La sostenibilidad debe integrarse en los programas de las escuelas de negocio

Dada la creciente importancia de la sostenibilidad corporativa en la literatura académica y en la aplicación práctica diaria de las organizaciones, al menos las que se han tomado en serio la necesaria transformación para tener un efecto neutro de sus actividades industriales y económicas en general, sobre el medio ambiente, creemos necesario que desde la AEEN hagamos un análisis sobre la necesaria integración de la sostenibilidad en los programas de estudio de postgrado.

Lo que sí es cierto, es que ya se han venido haciendo investigaciones en los últimos años sobre temas vinculados a la sostenibilidad en los planes de estudios. Por las revisiones de este tipo de encuestas/ investigaciones a las que hemos tenido acceso desde la AEEN, se puede extrapolar que muestran un aumento en el número absoluto y la proporción de cursos vinculados a la sostenibilidad en las escuelas de negocios en general.

También se puede concluir que las palabras clave de sostenibilidad más destacadas son “ética” y “Responsabilidad social corporativa”, siendo que ya se han incorporado una mayoría de contenidos en programas de postgrado en los que la mayoría de los cursos reflejan palabras clave de sostenibilidad. Por tanto, se detallan cuántas horas se asignan a dichas temáticas, dependiendo de si se incorpora como un conocimiento que suma a un programa convencional o si, por el contrario, es un programa en el que la sostenibilidad es el tema principal del curso. O sea, se define como un postgrado centrado en la sostenibilidad.  

Pero de la primera revisión de cuál es la situación en este momento, se puede extraer alguna conclusión (no precipitada) sobre las aproximaciones que hemos hecho. Parece que, si bien nuestros averiguaciones (siguiendo, por supuesto la estela de otros estudiosos del tema), sugieren un progreso general en la incorporación de la sostenibilidad como tema en las escuelas de negocios, la oferta de cursos sigue aún fragmentada ya que generalmente se focaliza en un ámbito estrecho de la materia, ya que se insiste en la ética (lo cual está muy bien) pero no se abarca lo que consideramos (junto a otros) la construcción de un plan de estudios integral que coloque a la sostenibilidad en todas las carreras funcionales.

¿Cuáles han sido los fundamentos a lo largo de estos años para este cambio?

Cuando se trata de programas empresariales, la justificación para incorporar la sostenibilidad en diversas temáticas de los planes de estudios, se ha venido haciendo durante al menos las dos últimas décadas, basado en un discurso sobre ética empresarial, responsabilidad social empresarial (RSE) y sostenibilidad, por un lado; un despertar de aguda conciencia de que los empresarios desempeñan un papel crucial en la configuración de la sostenibilidad para la agenda global del clima, por el otro.

Este impulso para incorporar la sostenibilidad, o una forma ética y limpia (de efecto neutro hacia el planeta) de desarrollo debe cumplir dos condiciones: cubrir las imperiosas necesidades del presente porque se debe de actuar rápidamente si se quiere neutralizar los efectos nocivos del incremento de 1,5 grados de media desde hoy a 2050; se debe de tener en cuenta además, que las generaciones futuras, las que tomen decisiones a partir de 2030 deberán incorporar (haciendo los ajustes necesarios) las exigencias que requieran ese nuevo tiempo (nuevas circunstancias de las cuales muchas no somos capaces de prever ni nosotros ni nadie) para satisfacer sus necesidades siempre acorde con el respeto a una compatibilidad entre desarrollo y medio ambiente. Esta toma de consciencia se ha acelerado en los últimos años con la implementación de iniciativas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Muchas veces nos preguntamos qué hubiera sucedido si estos objetivos no hubiesen sido fijados por la ONU. Creemos que estaríamos varios peldaños por debajo de dónde estamos hoy en la lucha por preservar el medio ambiente, y especialmente no habría calado tan profundamente la necesaria incorporación de estas temáticas en los programas de estudio de postgrado.

Sin embargo, aunque muchos estudios afirman la importancia de combinar la sostenibilidad en educación superior (universitaria y de postgrado) e incluso ofrecer marcos y herramientas para incorporar la sostenibilidad en la cultura universitaria y planes de estudio, hay poca investigación reciente que examine cuál es el estado real de dicha integración de la sostenibilidad en la educación superior.

¿Por qué es importante la sostenibilidad en la escuela?

En los planes de educación primaria y secundaria en los últimos veinte años se han ido incorporando siempre temáticas que la sociedad requería que las nuevas generaciones fueran aprendiendo desde el colegio. La educación para la sostenibilidad debe abarcar todas las asignaturas escolares y extenderse mucho más allá del aula. ¿Por qué debe ser así? Porque les brinda a los estudiantes habilidades del mundo real que pueden usar para mejorar el planeta. Y cuando se toma consciencia desde niño, se les termina proporcionando esa capacidad que en el futuro sabrar aprovecha, que es la autosuficiencia que necesitan para el mañana.

¿Cuál es el papel de las empresas en la sostenibilidad?

Una empresa con conciencia ambiental ya hace bastantes años que se ha introducido como un valor cultural exigible, no importa quién o qué grupo esté detrás de una marca. No se permite (la sociedad no aprueba) que las organizaciones persigan solo beneficios a coste de otras responsabilidades con la sociedad y especialmente con el medio ambiente.

Un modelo de negocio que respete estas pautas es sostenible porque contribuye a la salud de la estructura en la que opera (la sociedad en su conjunto), lo que ayuda a construir un entorno en el que el negocio pueda prosperar.

¿Qué es la sostenibilidad escolar?

¿Por dónde se debe empezar? Sostenibilidad significa actuar de una manera que muestre conciencia de cómo todas las cosas están conectadas y tomar decisiones bien pensadas para el bien de todos. Las escuelas son excelentes ejemplos de sistemas interconectados a los que se pueden aplicar principios de sostenibilidad con amplios beneficios.

En términos prácticos, ¿cómo integran las escuelas de negocios la sostenibilidad en el plan de estudios básico?

La sociedad ha hablado contundentemente en los últimos años a través de sus instituciones más autorizadas, caso de Naciones Unidas y los objetivos del milenio (que se han ido revisando y actualizando), a los que se suman todos los últimos encuentros en la lucha por el cambio climático, como Paris o el de hace unos días en Glasgow. La sociedad global exige no como expresión de deseos ni propuestas teóricas, sino una acción inmediata para que podamos tener no solo empresas sostenibles, sino una sociedad global también sostenible, a lo que hay que sumar la lucha por rebajar las brechas en la desigualdad social, económica y de justicia social.

Estas preocupaciones sociales han venido ejerciendo presión sobre las empresas para que vean el concepto de cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) como un concepto básico de gestión de riesgos. Este poderoso cambio hacia un modelo de capitalismo más socialmente responsable que coloca a las partes interesadas por delante de los accionistas, ha impactado no solo a los negocios globales, sino también a la educación empresarial.

Al este respecto hemos salido (una manera de decir) en busca de opiniones muy autorizadas en materia de educación de postgrado y sostenibilidad. En este espacio bastante nuevo y aún (lamentablemente) desconocido, o quizás, del que no se tenga a la fecha el necesario conocimiento para afrontar la crisis climática que estamos viviendo, surge el nombre de Sophie Rifkin. Ellaes profesora adjunta de “Business and Society” y directora “Corporate Research and Engagement at the NYU Stern Center for Sustainable Business” que pertenece al Leonard N. Stern School of Business de la New York University.

También hemos descubierto otro nombre importante que es el de Kurt Harrison de Russell Reynolds Associates, que trabaja en estrecha colaboración con los clientes para proporcionar una solución personalizada para sus necesidades de liderazgo sostenible. Kurt Harrison ofrece a sus clientes asesoramiento sobre evaluación ejecutiva y planificación de la sucesión. Con sede en Nueva York, Kurt se desempeña como codirector de la Práctica de Sostenibilidad Global en Russell Reynolds Associates, trabajando simultáneamente en todas las industrias como miembro de varias prácticas diferentes, incluyendo Board & CEO Advisory Partners, Investment Management, Global Banking & Markets and Private Equity.

En una entrevista que le hicieran a los dos por parte del prestigioso Financial Times, vamos a destacar algunas perlas que dejaron sobre esta materia:

– Describieron los impactos de las prácticas comerciales responsables en la economía global y los pasos prácticos que pueden tomar las escuelas de negocios para hacer frente al auge de los ESG por sus siglas en inglés que significan (environmental, social, governance), que implica tener en cuenta el factor ambiental, el factor social y el factor del buen gobierno.

– Antes de la pandemia, a menudo se pensaba que la sostenibilidad era un lujo en el mercado alcista que empresas e inversores interrumpirían si la economía caía. Sin embargo, a diferencia de las recesiones anteriores, el impacto del COVID-19 de hecho ha acelerado el impulso de la sostenibilidad.

– Al incorporar la sustentabilidad ambiental y social en la estrategia comercial central, las empresas pueden reducir el riesgo, pueden crear una ventaja competitiva, pueden desarrollar productos y servicios innovadores, todo mientras mejoran el desempeño financiero y brindan valor para la sociedad.

– Durante la pandemia, las empresas que priorizaron los principios de ESG superaron a las que no lo hicieron.

– Se está viendo un aumento dramático en la demanda de ejecutivos de alto nivel, así como de ejecutivos de nivel medio y en ascenso que puedan demostrar algún tipo de competencia o trayectoria en la incorporación de principios de gestión sostenibles en una estrategia operativa o una estrategia corporativa general para toda la empresa.

– Rifkin y Harrison enfatizaron que la clave del éxito era integrar el análisis ESG en todo el negocio, no como una política separada.

– En algunos casos, las corporaciones buscan instituciones académicas que las ayuden a lograr esta integración. Por ejemplo, AllianceBernstein se ha asociado con el Earth Institute de la Universidad de Columbia para que su personal de inversiones pueda aprender cómo los riesgos climáticos deben tenerse en cuenta en las decisiones de inversión.

A su vez, el administrador de activos de la empresa también está enseñando a los científicos de Columbia sobre finanzas y la importancia de colaborar en proyectos que utilizarán su investigación de maneras que tengan un impacto en el mundo real.

De manera similar, el Centro de Negocios Sustentables de NYU Stern ha sido pionero en la metodología de Retorno de la Inversión Sustentable (ROSI) como una forma de combinar las estrategias de sustentabilidad y el desempeño financiero. La metodología está diseñada para ayudar a los líderes corporativos a construir mejores casos de negocio para iniciativas de sostenibilidad.

Tenemos la obligación moral que las cosas sucedan bajo un prisma no solo de posibilidad, sino de sostenibilidad, que no tenga efectos dañinos para el medioambiente

La sostenibilidad es prácticamente nueva en el mercado laboral

Cuando se habla del mercado laboral, “la gran noticia es que la sostenibilidad sigue siendo un campo relativamente nuevo”, según Harrison. Y deja claro que “La próxima generación de líderes en este espacio se está creando ahora mismo mientras hablamos en tiempo real, y se está creando en las escuelas de negocios”.

¿Hemos tomado consciencia de esto que Harrison dice? Nos parece que a nivel social no lo suficiente. A nivel de gobiernos, al menos en la UE, sí existe esta preocupación. Y en lo que a España interesa nos consta desde la AEEN que también hay una preocupación real en las autoridades en todo lo referente a sostenibilidad en general, y especialmente en cómo hacer que cale en las nuevas generaciones de alumnos, siendo particularmente también de interés lo que suceda en el rol que las escuelas de negocio vayan a tener en España de cara al horizonte 2030.

Cómo las escuelas pueden preparar a sus estudiantes

A medida que las empresas cambian hacia la integración de la sostenibilidad en sus estrategias comerciales centrales, las escuelas de negocios deben cambiar los ESG a sus planes de estudio básicos en lugar de relegar la materia a algunos contenidos complementarios o solo de elección individual. O sea, un enfoque integrado para que todos los estudiantes se gradúen y comprendan cómo la sustentabilidad puede ser un marco útil independientemente de si están entrando específicamente en sustentabilidad.

Rifkin sugirió algunas estrategias sobre cómo las escuelas pueden usar programas experimentales para enhebrar la sostenibilidad en la educación de un estudiante. Por ejemplo, a la luz de un mercado de pasantías ajustado el verano pasado, NYU Stern se asoció con pequeñas empresas en la ciudad de Nueva York para encontrar formas creativas para que los estudiantes obtengan experiencia laboral. Para apoyar estas asociaciones, Stern recaudó fondos para subsidiar a esos estudiantes, por lo que no se esperaba que las pequeñas empresas financiaran las pasantías por su cuenta. Stern también creó un programa de verano con experiencias similares a los desafíos urgentes relacionados con la pandemia.

Rifkin también hizo otras sugerencias. Por ejemplo, las escuelas pueden albergar y financiar completamente a los estudiantes mientras participan en la investigación de sostenibilidad en curso. Las escuelas también pueden aprovechar los programas de aprendizaje experiencial para ayudar a las empresas que buscan estudiantes para trabajar en proyectos.

Cómo las escuelas pueden incentivar a sus profesores

Uno de los mayores desafíos que enfrentan las escuelas cuando intentan integrar prácticas de gestión responsables en sus planes de estudios básicos es encontrar formas de alentar a los profesores a incorporar los principios ESG a sus clases. Superar este desafío comienza con proporcionar los recursos e incentivos adecuados.

En el caso de NYU, el Center for Sustainable Business actúa como consultor interno para estudiantes, profesores y administradores, colaborando entre departamentos en los programas de pregrado y postgrado de Stern. Por el lado de la enseñanza, estos grupos redactan estudios de casos y los ponen a disposición de los profesores; notas de enseñanza de coautoría que describen formas de integrar la sostenibilidad en los programas de estudios básicos; y ayudar a reclutar oradores invitados.

Las escuelas también pueden crear un consejo asesor de profesores con miembros de cada departamento para compartir información y consejos sobre cómo integrar ESG en el plan de estudios y producir recursos como estudios de casos.

Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education)

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