Plataformas de aprendizaje online de postgrado más y mejor focalizadas

Desde NUESTRA REDACCIÓN hemos querido indagar cuál es el estado actual de la formación online de postgrado y el rol que las escuelas de negocio vienen ejerciendo en este sentido en los últimos años. También hemos querido analizar qué es un MOOC y si aún tienen vigencia después de haber cumplido una década desde su aparición. Y como verán nuestros lectores, desde la AEEN seguimos muy de cerca todo lo que tiene que ver con la formación y la capacitación, pero quedará suficientemente claro una vez más, la importancia que los MBA y cualquier otro curso de postgrado que dan las escuelas de negocio, terminan inclinando el fiel de la balanza hacia nuestras instituciones de postgrado, que además demostraron ser durante la pandemia y en esta fase post Covid-19, uno de los sectores que mejor se había ajustado al confinamiento y la crisis económica derivada, poniendo a disposición una cantidad importante de recursos formativos y tecnológicos que ya hace años venían disponiendo.

Un MOOC es un curso en línea abierto y masivo o un curso en línea abierto destinado a la participación ilimitada y el acceso a través de la Web

 

Vamos a los MOOC’s

En primer lugar, deciros que un MOOC es un curso en línea abierto y masivo o un curso en línea abierto destinado a la participación ilimitada y el acceso a través de la Web.

Para que se comprenda mejor, vamos a destallar algunos de los beneficios que dan sus defensores, por ejemplo, a modo enunciativo:

– Acortan la brecha de conocimiento.

– Ahorro de tiempo y comodidad.

– Aterriza la teoría a la realidad de las PYME.

– Incrementan tu red de contactos.

– Presumen de su flexibilidad.

– Son aptos para todos.

– Es un conocimiento dinámico.

MOOC es el acrónimo en inglés de Massive Online Open Courses (o Cursos online masivos y abiertos) se trata de un curso a distancia, accesible por internet al que se puede apuntar cualquier persona y no tiene límite de participantes.

Además de los materiales de un curso tradicional, como son los vídeos, lecturas y cuestionarios, los MOOC proporcionan Foros de usuarios interactivos que ayudan a construir una comunidad para los estudiantes, profesores y los teaching assistants.

Han sido las propias escuelas de negocio durante la pandemia que hicieron un esfuerzo gigantesco porque la formación que estaba programada se cumpliera y todos se adaptaran a la metodología online

 

Breve historia

Se puede considerar a David Wiley como el autor del primer MOOC conceptual, iniciado en la Universidad de Utah en agosto de 2007. Se trataba de un curso de educación abierta. Esta iniciativa tuvo continuidad en numerosos proyectos impulsados desde diferentes centros universitarios dentro y fuera de los Estados Unidos.

Un hito en la historia de los MOOC se remonta al otoño de 2011 cuando más de 160.000 personas se matricularon en un curso de inteligencia artificial ofrecido por Sebastian Thrun y Peter Norvig en la Universidad de Stanford a través de una startup llamada Know Labs (actualment Udacity).

Visto el éxito y el elevado número de matriculados, Daphne Koller y Andrew Ng crearon Coursera. Basada en una tecnología desarrollada en Stanford, Coursera se ha ido convirtiendo en una plataforma apoyada por numerosas universidades de prestigio (Yale, Princeton, Michigan, Penn). Por su parte, en la costa Este, el Instituto TEcnológico de Massachusetts lanzó MITx, en un esfuerzo por aportar una plataforma abierta y gratuita para la educación en línea. Harvard se unió al poco tiempo a esta iniciativa, renombrada edx, a la que se han sumado otras universidades como Berkeley.

Desde entonces han surgido muchas otras plataformas, como FutureLearn o MiríadaX, por citar algún ejemplo.

MOOC’s enfrenta el desafío de la nueva generación de proveedores de cursos

Las plataformas de aprendizaje digital ven cada vez más ventajas en programas más pequeños y más enfocados

Once años más tarde de aquel verano de 2011 con el curso de la Universidad de Stanford ai-class.org, la mayoría de las personas que contemplan un MBA conocen los cursos abiertos masivos en línea, o MOOC’s y a sus proveedores. Las primeras clases de Stanford generaron negocios como Udacity, que ahora cuenta con 14 millones de usuarios, y Coursera, que fue valorada en 4.300 millones de dólares en su OPI en 2021.

El 79% de los empleadores ahora piensan que el aprendizaje en línea será estándar para el desarrollo profesional, mientras que más de un tercio de los empleados considerarían un MBA en línea en lugar de la versión presencial

 

Udacity es una organización educativa con ánimo de lucro fundada por Sebastian Thrun, David Stavens y Mike Sokolsky que ofrece cursos en línea masivos y abiertos.​ (MOOC’s). Según Thrun, el origen del nombre Udacity proviene del deseo de la compañía de ser “audaz para ti, el estudiante”

Coursera Inc. es un proveedor masivo de cursos abiertos en línea con sede en Estados Unidos y fundado en 2012 por los profesores de ciencias de la computación de la Universidad de Stanford Andrew Ng y Daphne Koller

En el caso de la plataforma Cornestone desde sus inicios hace más de 20 años, han desarrollado soluciones que ayudan a las personas a formarse y a crecer en el trabajo.

Sin embargo, el mundo, las expectativas de la gente y la forma en que se trabaja en las organizaciones ha cambiado.

Por eso han reunido toda su experiencia y conocimientos, así como el espíritu de innovación y lo están canalizando hacia un único objetivo: ayudar a los líderes de talento a crear un entorno de trabajo que inspire a todos a crecer, a ser productivos y a alcanzar el éxito.

Cornerstone guía a las organizaciones en un emocionante proceso para transformar su enfoque con respecto a la fuerza laboral. La clave de esta transformación es preparar a las personas para que tomen el control de su propio desarrollo personal y profesional, alcancen su máximo potencial y brinden resultados innovadores a sus organizaciones.

Las propias escuelas se han molestado en perfeccionar la interrelación alumnos con profesores y entre alumnos con sus plataformas online, nutriéndolas de una serie de herramientas y puntos de encuentro para el aprendizaje

 

La rivalidad con los MBA

Estos proveedores puramente digitales permiten a los estudiantes elegir cursos en línea más económicos en lugar de un título universitario costoso o de un MBA de una escuela de negocio, o tomar cualquier cantidad de cursos cortos más especializados en línea. En resumen, según el interés de estas plataformas en respuesta también a la conveniencia de las organizaciones, la educación empresarial se ha liberado de las escuelas de negocio tradicionales, un desarrollo que recibió un impulso adicional por la pandemia de coronavirus, que normalizó el aprendizaje y el trabajo remotos. Sí, esto es cierto, como que también han sido las propias escuelas de negocio durante la pandemia que hicieron un esfuerzo gigantesco porque la formación que estaba programada se cumpliera y todos se adaptaran a la metodología online.

Según Carrington Crisp, una consultora de educación, el 79% de los empleadores ahora piensan que el aprendizaje en línea será estándar para el desarrollo profesional, mientras que más de un tercio de los empleados considerarían un MBA en línea en lugar de la versión presencial. Es obvio, que nadie pone en duda la eficacia de la formación presencial por la interactuación que representa, a pesar de que las propias escuelas se han molestado en perfeccionar la interrelación alumnos con profesores y entre alumnos con sus plataformas online, nutriéndolas de una serie de herramientas y puntos de encuentro para el aprendizaje.

Y estando actualmente el mercado laboral ajustado como consecuencia de la crisis sanitaria, los trabajadores están reconsiderando lo que exigen de sus carreras y habilidades, lo que determina que los proveedores de cursos en línea se vean obligados a ofrecer más. Y esto es válido para los MOCC’s como para las escuelas.

Andy Hancock, el nuevo director ejecutivo de la plataforma FutureLearn, dice que existe una “oportunidad” para los proveedores de cursos en línea, ya que los futuros estudiantes miran más allá de los MBA como un vehículo para adquirir conocimientos comerciales. Pero los Moocs solo podrán comprenderlo si se aseguran de que lo que ofrecen se alinee con principios pedagógicos sólidos.

“Los moocs necesitan intensificar”, dice Hancock. “Como sector, para ser sostenibles, necesitamos hacer más . La evolución de Moocs tiene que ver con la retención del compromiso y el aprendizaje de por vida, y con ser la plataforma elegida”.

A medida que crece la demanda de los estudiantes, los proveedores de cursos a gran escala compiten con nuevas empresas que afirman que pueden ofrecer soluciones más específicas y personalizadas.

Los que opinan que los MOOCS están muertos

“Creo que los Moocs están muertos”, dice Tom Adams, director ejecutivo y cofundador de Quantic School of Business and Technology, que presenta sus ofertas como más interactivas y grupales que los cursos que toman miles de personas a la vez. “Son los zombis de la industria”, afirma Adams. La  Quantic School of Business and Technology, o simplemente Quantic, es una escuela de negocios con sede en Washington D.C.

Él dice que los cursos de negocios en línea a gran escala simplemente trasladan las conferencias a Internet, sin hacer nada para agregar interactividad o trabajo en equipo.

Como resultado, argumenta, no logran involucrar a los alumnos. “Imagínese que diseño un plan de estudios que tiene cientos de horas de videoconferencias pasivas”, dice. “¿Crees que la gente puede verlos y no abandonar?”

La escuela Quantic se cuenta entre las empresas de formación que compiten con proveedores en línea de mayor escala en un mercado lucrativo como es el estadounidense.

La compañía dice que su objetivo es “democratizar la educación empresarial de primer nivel” con un programa de estudio acelerado de 13 meses y clases de 150 a 200 estudiantes que colaboran en estudios de casos, proyectos grupales y eventos.

Algunos de estos tienen lugar virtualmente, otros en persona. En lugar de ver conferencias didácticas filmadas, los estudiantes participan en actividades interactivas y módulos pequeños con comentarios regulares, explica Adams.

“Aprendemos cuando nos desafían, recibimos comentarios, discutimos diferentes creencias; es un enfoque muy de aprender haciendo. La pedagogía es fundamentalmente lo que hacemos”.

La empresaria Elspeth Briscoe también cree que más cursos boutique y activos son el futuro del desarrollo profesional de por vida en los negocios y más allá.

Una de las necesidades actuales de las empresas es retener el talento y procurar potenciar a aquellos empleados que tienen un gran potencial. La formación online es una herramienta adecuada y las escuelas de negocio son las que mejor pueden ofrecer un aprendizaje bien estructurado y de aplicación práctica de los conocimientos

 

Su empresa, Learning with Experts, empareja a los estudiantes que toman sus cursos en línea para que puedan brindarse retroalimentación y apoyo entre ellos.

“Una de las cosas que está en el ADN de nuestra empresa, que no está en los Moocs, es una obsesión absoluta con la experiencia del usuario, dice. “Es importante que la gente interactúe. Es un ambiente discursivo”.

Después de vender inicialmente directamente a los consumidores, Learning with Experts ahora está aumentando sus ingresos a través de asociaciones con empresas y organismos gubernamentales que desean mejorar las habilidades de los trabajadores. Los cursos van desde jardinería con la Royal Horticultural Society del Reino Unido hasta financiación para nuevas empresas, que está financiada por el Fondo de Desarrollo Regional de la UE y ha llegado a 1000 pequeñas empresas en Cornualles.

“Es un área realmente importante y una gran brecha en el mercado, con la política de nivelación del gobierno del Reino Unido y la mejora de las pymes”, dice. “Creo que lo que estamos haciendo es genuinamente diferente”.

Adams también cree que este tipo de cursos (dirigidos, breves e interactivos, con elementos tanto en línea como fuera de línea) pueden complementar la educación empresarial más tradicional en lugar de eliminarla. Los títulos universitarios, por ejemplo, siguen siendo un rito de iniciación.

“No estamos tratando de destruir nada, nos asociamos con universidades”, enfatiza. “Nuestro sentido es que los estudiantes quieren acceder a un aprendizaje de calidad de muchas maneras”.

Mark Thomas, decano asociado de programas internacionales de posgrado en Grenoble Ecole de Management, dice que los grandes cursos en línea siguen siendo perfectamente buenos para aprender habilidades específicas, como hornear magdalenas, que aprendió a hacer a través de YouTube, aunque no a un nivel que aterrice en un trabajo en un restaurante con estrella Michelin.

“Abre la educación”, dice Thomas. “Pero es más rico, más profundo y más gratificante cuando puedes tener una interacción cara a cara más profunda”.

Durante el confinamiento, Grenoble gastó 1,5 millones de euros en un sistema llamado HyFlex, que permite la enseñanza presencial en el aula mientras algunos estudiantes miran y participan en casa. Esto permitió que la escuela se adaptara a las reglas de Covid en Francia que requerían que solo la mitad de los estudiantes estuvieran en el aula en un momento dado.

Pero, si bien Thomas valora la flexibilidad que brinda el sistema, genera algunos dilemas a medida que los estudiantes solicitan el trabajo remoto, incluso si, en su opinión, prosperarían mejor en la atmósfera universitaria del aula.

Él cree que el personal universitario, durante un siglo, ha visto el aprendizaje a distancia, ya sea en forma de cursos por correspondencia en la década de 1920 o cursos en línea en la actualidad, como un “monstruo debajo de la cama” que podría reemplazar la enseñanza presencial por completo. Históricamente, estos temores han demostrado ser en gran medida infundados y Thomas cree que seguirán siéndolo.

“En todo caso, la pandemia nos ha dicho cuánto nos gusta estar con la gente y lo importante que es”, dice.

Esta información ha sido elaborada por NUESTRA REDACCIÓN

 

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