Pasos simples para que la gente te escuche y recuerde lo que dices

¿Quieres que la gente recuerde lo que dices?

En principio puedes circunscribirte a tener en cuenta 3 pasos simples que hacen que cada discurso y/o presentación que tengas que hacer sea inolvidable. Además, te interesa que los que te escuchen queden bien impresionados. Que los impactes.

Estos pasos te harán un mejor orador y también funcionan para conversaciones uno a uno.

Unos simples cambios en la forma en que presentas la información a una audiencia, o incluso a otra persona, harán que la información sea fácil de entender y difícil de olvidar. Ese consejo proviene de la leyenda del cine y la televisión Alan Alda.

Alda es mejor conocido por interpretar a Hawkeye en la serie de televisión M*A*S*H, pero en los últimos años se ha convertido en un especialista en comunicación, especialmente cuando se trata de comunicar sobre ciencia a personas que no son científicos.

En una entrevista con Big Think, Alda presentó tres consejos para una comunicación efectiva. Puedes usarlos para hacer que tus propias comunicaciones sean más comprensibles y memorables.

Unos simples cambios en la forma en que presentas la información a una audiencia, o incluso a otra persona, harán que la información sea fácil de entender y difícil de olvidar

 

  1. Debes basarte en no más de tres puntos principales.

¿Eres culpable de hacer una “volcada de cerebro”, en la que investigas un tema en profundidad y luego impartes todo ese conocimiento a tu audiencia de una sola vez? Ciertamente podemos tener tendencia a hacer esto, pero no es lo más aconsejable, ya que estás trabajando en contra de la ciencia del cerebro, que ha descubierto que los humanos solo pueden mantener de tres a cinco elementos a la vez en nuestra memoria a corto plazo.

Es posible que hayas memorizado tu número de cuenta bancaria, tu número de Seguro Social y algunos otros números de colegas profesionales, también amigos y algunos clientes, pero es casi seguro que hayas “dividido” esos números en grupos de tres o cuatro.

Alda recomienda usar este conocimiento haciendo como máximo tres puntos principales a la vez, especialmente si estás tratando de comunicar una idea compleja.

Centrarse en tres puntos es una gran idea porque usas la Regla de 3, porque el tres es un número muy familiar para todos nosotros, en la religión, la leyenda, la narración e incluso la comedia. Por esa razón, tres grandes puntos serán más memorables que dos.

  1. Explique el mismo concepto o información de varias maneras.

De hecho, si realmente quieres seguir la Regla de 3, puedes explicar tu punto de tres maneras diferentes. Eso es lo que Alda dice que hace cada vez que habla de algo complejo o difícil de entender. “Creo que, si entras desde diferentes ángulos, tienes más posibilidades de obtener una vista tridimensional de esta idea difícil”, explica.

¿Cómo se explica lo mismo de tres maneras diferentes?

Un enfoque es dar una explicación directa, luego una metáfora y luego un ejemplo del mundo real. Entonces, por ejemplo, si quisieras explicar la regla de la oferta y la demanda, podrías comenzar con el concepto directo de que cuando la demanda es mayor que la oferta, los precios aumentan y cuando la oferta es mayor que la demanda, los precios bajan. Entonces podrías usar una metáfora para ilustrar, tal vez un mercado de pueblo donde solo hay un panadero vendiendo pan, y luego otros tres panaderos abren puestos. Y luego podrías preguntarle a tu audiencia si notaron que cuando la economía se desacelera, los precios a menudo bajan porque la gente viaja menos y las empresas envían menos bienes, lo que significa que hay menos demanda de gasolina y otros productos derivados del petróleo.

  1. Repítete.

No querrás decir lo mismo una y otra vez como un loro entrenado. Es posible que molestes a los oyentes si lo haces. Pero cuando se usa correctamente, la repetición es algo increíblemente poderoso, tan poderoso que, según muestran las investigaciones, las personas comenzarán a creer incluso una declaración obviamente falsa si la escuchan repetidas suficientes veces.

Así que aprovecha el poder de la repetición utilizando la repetición espaciada, volviendo una y otra vez a la misma idea, afirmación o tema a lo largo del tiempo. Esto es muy efectivo si lo haces durante días o semanas, pero también puede ser una táctica poderosa si repites el mismo concepto, hecho o idea a intervalos durante un solo discurso o presentación.

Use estas tres herramientas, limitándose a tres puntos principales, explicando esos puntos de múltiples maneras y repitiendo espacios, y puedes garantizar que tu audiencia comprenderá y recordará lo que has dicho. Pero, advierte Alda, hay una cosa más que debes hacer que es la más importante de todas: establecer una conexión genuina con tu audiencia. El uso de herramientas como estas, dice, “debería salir de la conexión. No debería ser una casilla de verificación que marques”.

Hacer el tipo de conexión del que habla Alda es un paso esencial para construir esas relaciones. Así que debes hacer esa conexión primero y luego usa estos consejos para hacer que lo que digas sea fácil de entender. Haz ambas cosas y, ya sea que estés hablando a una audiencia de miles o solo a una persona, lo que digas será verdaderamente inolvidable.

No querrás decir lo mismo una y otra vez como un loro entrenado. Es posible que molestes a los oyentes si lo haces. Pero cuando se usa correctamente, la repetición es algo increíblemente poderoso

 

Seis maneras fáciles de hacer que la gente te escuche

A primera vista, escuchar parece no ser un problema: es algo que hacemos la mayor parte del día, todos los días. Pero las cosas no siempre son tan simples.

Escuchar no es lo mismo que oír

Escuchar no es lo mismo que oír, ya que oír a alguien no es suficiente para comprenderlo realmente. Escuchar requiere concentración y voluntad. En primer lugar, debes querer escuchar, y luego necesitas la capacidad de hacerlo.

Al mismo tiempo, escuchar juega un papel importante en la comunicación.

En el mundo de los negocios, la comunicación efectiva es absolutamente crucial. Por lo que una de las habilidades que todo emprendedor, líder y profesional debe poseer es saber hacer que la gente lo escuche.

Cómo hacer que la gente te escuche

a) Escucha más

En promedio, las personas pasan entre el 70 y el 80 % de su día involucradas en algún tipo de comunicación. Escuchar ocupa alrededor del 55% del tiempo de uno. Con una capacidad de atención promedio de solo 25 minutos, significa que la mayor parte de la información que escuchamos no se queda. Así que, si quieres que te escuchen, tendrás que ir directo al grano. Debes ser conciso y aprovechar bien los 25 minutos que tienes hasta que los oyentes empiecen a perder la concentración.

“La mayoría de la gente no escucha con la intención de comprender; escuchan con la intención de responder”. — Stephen R. Covey

Podrías pensar que explicar las cosas hasta el más mínimo detalle hará que la gente te entienda mejor. Sin embargo, eso no siempre es cierto. Las personas se confunden cuando reciben demasiada información a la vez y su enfoque cambia a cosas más simples. Entonces, en lugar de hablar más, trata de hablar menos y permite que las personas hagan preguntas. Al concentrarte en transmitir solo la información clave, estás alentando a los oyentes a hacer preguntas y, de hecho, prestar atención a sus respuestas.

Aprovecha el poder de la repetición utilizando la repetición espaciada, volviendo una y otra vez a la misma idea, afirmación o tema a lo largo del tiempo

 

b) Habla menos de ti

La realidad es que en los entornos de negocios y de trabajo, las personas rara vez están interesadas en escuchar sobre ti y lo que haces.

El desafío de la comunicación

En realidad, Ryan Fold, autor, especialista en comunicación y orador de TEDx Talk, afirma que uno de los desafíos de comunicación más importantes es responder a la pregunta “: ¿Qué haces?”. Fold notó que la mayoría de las respuestas de los empresarios eran tan largas y detalladas que generalmente creaban aún más confusión sobre el tema. Por ello, desarrolló el método 3-1-3 para hacer más efectiva la comunicación empresarial.

El método se compone de tres sencillos pasos:

Pregunta a responder: “¿Cuáles son los principios fundamentales de tu idea, es decir, el problema que estás resolviendo, la solución que estás ofreciendo y el mercado al que te diriges?”

La respuesta no debe tener más de una oración para cada uno: problema, solución, mercado.

Finalmente, las tres respuestas deben reducirse a una sola oración.

Si deseas que las personas escuchen y entiendan tu mensaje, ésta sola oración debe reemplazar las respuestas largas y confusas que solías dar.

c) Presta atención a la comunicación no verbal

La comunicación es más que las palabras que decimos y los sonidos que escuchamos. En las interacciones cara a cara, la comunicación no verbal es primordial para transmitir nuestro mensaje. El tono de nuestra voz, nuestro lenguaje corporal, las expresiones faciales y los gestos son partes muy importantes de la comunicación.

La forma en que te paras, la forma en que te ves e incluso la forma en que te mueves le da a la otra persona pistas sobre tus intenciones, tu honestidad y tu confianza en ti mismo. Si bien las palabras pueden ser engañosas, la comunicación no verbal no se puede falsificar.

Si quieres que la gente te escuche, necesitas transmitir que lo que dices es verdadero e importante. Serás percibido como confiado y honesto si logras:

– mantener un tono constante.

– evitar repeticiones.

– hacer contacto visual.

– te estás parando derecho.

– mantienes la cabeza en alto.

Esto te estará enviando a tu interlocutor el mensaje de que estás bien preparado con información valiosa.

Hay una cosa más que debes hacer que es la más importante de todas: establecer una conexión genuina con tu audiencia. El uso de herramientas como estas, dice, “debería salir de la conexión. No debería ser una casilla de verificación que marques”

 

d) Pon las cosas importantes por escrito

Dado el corto período de atención y el hecho de que las personas solo recuerdan alrededor del 35 % de lo que escuchan, la forma más segura de asegurarse de que realmente has transmitido las cosas importantes es poner los elementos clave por escrito. Esa es una de las razones por las que hoy en día muchas empresas utilizan aplicaciones de colaboración en equipo, como Hubgets, en lugar de reuniones cara a cara.

Sin duda, podrás hacer crecer tu negocio y también más rápido con una mejor comunicación del equipo. Sin embargo, incluso durante las reuniones clásicas, las presentaciones combinan comunicación verbal y escrita. La información que está escrita es accesible para cualquier persona en cualquier momento, lo que hace que sea más difícil perderla u olvidarla.

e) Escucha a los demás

Escuchar activamente a los demás te permite crear una relación con tu interlocutor. Bríndales toda tu atención, para lo cual debes hacerles preguntas y resumir lo que les transmites y están escuchando para mostrarles que realmente se están interesando, en lo que tú estás diciendo. La mayoría de las personas se interesan más en escuchar a alguien que muestra preocupación por sus problemas y los escucha a cambio.

Además, al escuchar a otras personas puedes aprender mucho sobre ellas, lo que puede ser muy útil cuando sea tu momento de hablar. Enmarcar la conversación de una manera que sea interesante para tu interlocutor garantiza que realmente te escuche.

Escuchar no es lo mismo que oír, ya que oír a alguien no es suficiente para comprenderlo realmente. Escuchar requiere concentración y voluntad

 

f) Construir relaciones

Es más probable que las personas escuchen a aquellos en quienes confían y respetan. Hablar con las personas que ya conoces, ya sean familiares, amigos o empleados, es mucho más fácil que hablar con una audiencia por primera vez. La gente tiende a ser escéptica ante lo desconocido. Por tanto, es importante conocer a tu audiencia de antemano.

Cuando presentas una idea a alguien, uno de los pasos más importantes en el proceso de preparación es aprender sobre las personas a las que te diriges. Esto se debe a que encontrar puntos en común con tu audiencia es la mejor manera de crear una conexión y construir una relación que hará que realmente te escuchen.

Todos somos humanos

En general, escuchar, al igual que hablar, y cualquier otra forma de comunicación tiene que ver con la interacción humana. Conseguir que la gente te escuche no debería ser muy difícil siempre y cuando trates a todos con respeto y sigas las normas sociales que se aplican al contexto.

Eres un mal oyente: así es como recuerdas lo que dice la gente

Entramos en conversaciones con nuestras propias agendas y poca capacidad de atención, pero si deseas construir mejores relaciones, debes dominar la escucha activa.

Escuchar es difícil y si además prestamos poca atención a los demás y nos centramos solo en nuestras agendas y preocupaciones, esto puede ser una combinación peligrosa. Sin embargo, cuando hablas tú, es frustrante si no te escuchan. Puedes construir mejores relaciones y salir adelante en los negocios si aprendes a escuchar activamente, dice Cash Nickerson, autor de The Samurai Listener.

“Escuchar te ayuda a manejar los conflictos, expresar respeto y ser un mejor líder”, dice. “Desafortunadamente, la mayoría de las personas no recuerdan porque no las escuchan en primer lugar”.

Los buenos oyentes utilizan habilidades que son similares a las técnicas utilizadas en las artes marciales, dice Nickerson. “Un buen artista marcial siente lo que alguien hará a continuación porque es receptivo y consciente”, dice. “Esas son todas las cosas que los grandes líderes y los empresarios exitosos tienden a hacer. La mayoría de las personas tienen éxito en base a sus habilidades interpersonales, y la comunicación, especialmente escuchar, es clave”.

Escuchar implica estar en el momento, lo cual está relacionado con las artes marciales. “Cuando estás presente y en el momento, las cosas se mueven en cámara lenta”, dice Nickerson. “Puedes asimilar todo. Si estás presente, lo recordarás todo”.

Nickerson desarmó el acto de escuchar, identificando sus partes con el acrónimo ARE U PRESENT:

Conciencia: Comienza con la conciencia básica. Deja de lado al menos por un momento tu teléfono y deja de pensar en lo que vas a hacer más tarde hoy.

Recepción: debes estar dispuesto a recibir nueva información. Puedes estar presente, pero tu mente puede estar cerrada. Deja de lado las opiniones y tienes que estar dispuesto a abandonar tus prejuicios.

Compromiso: estar comprometido implica una equidad de ida y vuelta, como un partido de ping-pong. “Yo hablo, tú hablas”, dice Nickerson.

Comprensión: Escuchar con la intención de interpretar lo que dice la otra persona. Entra en un lugar de entendimiento, donde ambos hablen el mismo idioma, en sentido figurado y literal.

Persistencia: Estar dispuesto a mantener el rumbo y no dejar que tu mente divague. Si te aburres y te cansas, presiona para mantener tu atención.

 

En promedio, las personas pasan entre el 70 y el 80 % de su día involucradas en algún tipo de comunicación. Escuchar ocupa alrededor del 55% del tiempo de uno. Con una capacidad de atención promedio de solo 25 minutos, significa que la mayor parte de la información que escuchamos no se queda

 

Resolución: cierra la conversación con conclusiones y próximos pasos. “Los líderes son hacedores”, dice Nickerson.

Emociones: Respetar la existencia de las emociones y sus funciones. “Las emociones pueden funcionar a tu favor o en tu contra”, dice Nickerson. “Reconozca sus roles y aprenda a discernirlos y su efecto en su capacidad para escuchar a los demás”.

Sentidos: Emplea tus otros sentidos para ayudarte a recordar. Busca pistas del lenguaje corporal o incluso posibles engaños en la otra persona.

Ego: Trata de sacar tu ego de la conversación. Un líder humilde puede escuchar más fácilmente porque no relaciona su ego con el éxito.

Nervios: cuando los nervios te provocan estrés o tensión, se están interponiendo en el camino de poder escuchar.

Tempo: Ponte en contacto con el ritmo del locutor. Estar fuera de sintonía con su forma de hablar puede hacer que sea difícil escuchar.

QUE PASA CUANDO ESCUCHAS

Escuchar es la base para el crecimiento y el avance, dice Nickerson. “Imagina si fueras a la escuela y no prestaras atención a nada, ¿cómo mejorarías?”. Y agrega que “los grandes líderes avanzan por sí mismos; son máquinas de superación personal. No puedes avanzar en tus habilidades y conocimientos sin comprender a los demás”.

Escuchar también es importante porque todas las personas quieren amor y respeto; quieren pasar tiempo con personas que escuchan. “Los buenos oyentes tienden a ascender y ascender”, dice Nickerson. “No hay mayor sentimiento que cuando alguien escucha. No solo prestar atención, sino escuchar”.

Reconoce que escuchar no es un interruptor de encendido/apagado

“Podrías decir: ‘Está bien, ahora me esforzaré mucho por escuchar’, pero eso no es suficiente”, dice Nickerson. “Ese es el aspecto más básico de escuchar. En su lugar, esfuércese por tener una visión general y deje de lado su enfoque estrecho. Es conciencia de uno mismo, y mucho morderse la lengua”.

Cómo hacer que la gente realmente escuche a lo que estás diciendo

Tal vez estés dando una conferencia, o simplemente estés teniendo una conversación. Cualquiera que sea el caso, siempre estás tratando de hacer algo que sea considerado con un aprobado por los demás y por ti mismo.

¿Deseas que las personas entiendan de dónde provienen tus argumentos y deseas que reaccionen a ese punto de una manera que demuestren que están escuchando lo que está diciendo? Por supuesto que este es el ideal de compenetración de tu auditorio y de dar valor a lo que dices.

El problema es que no siempre están escuchando. Lo notas en su mirada distante. A veces se ponen nerviosos y tratan de interrumpirte en medio de una oración. Ser ignorado – eso duele.

“La mayoría de la gente no escucha con la intención de comprender; escuchan con la intención de responder”. — Stephen R. Covey

 

En tales situaciones, es fácil culpar a otros

Cabe que te formules las siguientes preguntas:

– ¿Carecen de la capacidad de atención para procesar tu gran sabiduría?

– ¿Quizás están demasiado cansados?

– ¿Demasiado perezoso?

– ¿Simplemente groseros?

Es hora de darle la vuelta a esas preguntas. ¿Y si tú eres el problema?

Sé honesto: ¿a quién no le gustaría escuchar a una persona que despierta tu interés? Sin embargo, si una persona está pronunciando un discurso aburrido, ¿por qué deberías molestarte en escuchar?

Es hora de cambiar las cosas. Aquí veremos algunos consejos prácticos sobre cómo hacer que la gente te escuche cuando hablas.

Habla con voz clara

La forma en que pronuncias las palabras es importante. Si hablas demasiado rápido, los oyentes no te seguirán. Si eres demasiado lento, olvidarán lo que quisiste decir cuando llegues al final de la oración.

Habla menos de ti. La realidad es que en los entornos de negocios y de trabajo, las personas rara vez están interesadas en escuchar sobre ti y lo que haces

 

Tu discurso debe ser completamente natural

Afortunadamente, esto se puede practicar. Un buen ejercicio es que leas el párrafo anterior en voz alta. Luego, trata de decir lo mismo, pero sin leer el texto. Presta atención a tu voz.

Sigue practicando con párrafos de artículos, libros o revistas en línea. Pronuncia todas y cada una de las palabras con mucho cuidado y no te apresures a pronunciar la oración.

Trate de practicar también con tus propios discursos. Escribe algo y explícaselo al espejo. ¿Eres capaz de hacer eso con una voz y un tono claros? Si no, sigue practicando. Los resultados vendrán.

El tono es tan importante como la velocidad y la claridad del habla

No hables muy alto cuando estés dando una presentación o explicando algo. Cuando las personas quieren sonar seguras, a menudo hablan demasiado alto. Cuando les falta confianza, el tono es demasiado bajo. Debes mantener un tono exactamente en el punto medio: ese es el punto que muestra la verdadera confianza.

  1. Analiza a los oyentes y dales lo que esperan

Si notas que un grupo particular de personas te ignora constantemente, analiza a qué reaccionan:

– ¿Les gustan los programas de comedia?

– ¿Les gusta escuchar sobre las experiencias de las personas?

– ¿Solo quieren hechos?

Cuando tengas más confianza y sepas lo que quiere tu audiencia, podrás ajustar tu discurso para cumplir con estas expectativas.

Si estás tratando con un nuevo grupo de personas, entonces puedes relajarte. Estarán interesados por el mero hecho de que eres una persona nueva que tiene algo que decir.

Los problemas pueden provenir de personas que ya te conocen

Son las personas que ya conoces las que más problemas te dan, ya que están tan acostumbradas a ti y es muy probable que no esperen nada interesante en tus argumentos. Y este es el punto en el que tendrás que hacer un cambio.

La comunicación es más que las palabras que decimos y los sonidos que escuchamos. En las interacciones cara a cara, la comunicación no verbal es primordial para transmitir nuestro mensaje

 

Cuida tu postura

Si encorvas los hombros hacia adelante, ¿sabes cómo te ves? Tu audiencia te percibirá como falto de confianza. No te ven como una autoridad. Algunos de ellos pueden sentir lástima por ti, pero la mayoría no se molestará en escuchar.

No importa si estás de pie o sentado; siempre debes mantener una buena postura.

Una postura que transmite confianza en uno mismo nunca es rígida. Es relajado, pero autoritario. Debes mantener la espalda recta, pero los hombros relajados.

Los brazos y las manos son importantes. Si no sabes qué hacer con ellos, la audiencia notará la confusión. Haz pequeños gestos para enfatizar los puntos importantes de tu discurso. ¡No te excedas! Si está sentado, mantén los antebrazos sobre la mesa.

Debes mantener las piernas ligeramente separadas cuando estés de pie. Recuerda: no quieres parecer demasiado rígido, y así es exactamente como te verás si mantienes los pies juntos. Sin embargo, cuando esté sentado, debes mantener las rodillas juntas.

Muestra algo de movimiento

Hay un dicho: “la mejor postura es siempre la siguiente postura”. Haz movimientos sutiles y limpios a lo largo de tu discurso. También puedes practicar esto frente al espejo.

Recuerda respirar

¿Has notado cómo respiras más rápido cuando estás nervioso? Si eso sucede, disminuya la velocidad.

Tu estado emocional afecta tu respiración, pero la relación es al revés: cuando calmas la respiración, te calmas a ti mismo. Si te das cuenta de que no respiras, significa que estás demasiado rígido. ¡Cálmate, relájate y respira despacio!

Pero, ¿cómo la respiración hará que la audiencia preste atención a lo que estás diciendo? Bueno, ayuda a mantener el habla tranquila y controlada; y eso es progreso.

Haz que se comprometan

¿A quién le gusta escuchar a alguien hablar mientras permanece en silencio todo el tiempo?

Si deseas que sus oyentes presten atención, debes involucrarlos

Comienza con un cálido saludo. Esto demuestra que eres accesible y que no están dispuestos a escuchar un discurso robótico. Un simple “Es bueno verlos a todos aquí hoy. ¿Cómo estás?” será un gran comienzo para tu presentación.

Con tranquila confianza, pregúntales qué piensan sobre un punto que estás planteando. Permíteles hablar si tienen algo que decir. Si reaccionan, sabrás que te están escuchando.

Invítelos a hacer preguntas al final de tu presentación. A ver si te entendieron bien. Si no, explica los puntos que necesitan más explicación.

Cambiar entre métodos

Mantendrás a los oyentes interesados si lanzas una broma después de hacer un punto serio. Intenta cambiar el método o el enfoque cada pocos minutos.

Después de una explicación detallada de un punto, por ejemplo, puedes compartir una experiencia personal que lo demuestre. También puedes agregar anécdotas e historias, ya que son buenas maneras de darle vida a tu discurso. El humor siempre es bienvenido si el tema de discusión es adecuado para tal enfoque.

Usa el humor solo si te sientes cómodo con él

Una broma forzada nunca es algo bueno. Asegúrete de que las historias, los ejemplos y las anécdotas que uses estén relacionados con los puntos que estás tratando. No hagas divagaciones.

Cambia entre los elementos de escucha pasiva y participación activa de la presentación. Después de una sesión de conversación, debes formular una pregunta atractiva.

Evita la negatividad

A veces estás hablando de temas serios que no son precisamente positivos. El hambre, la contaminación, la pobreza… no se puede ser exactamente feliz con estas cosas. Cuando recomendamos evitar la negatividad, esto es lo que queremos decir:

– No convertir jamás tu discurso en habladurías (chismes) o típicas usinas de rumor, sin fundamento alguno.

En lugar de quejarte, muestra algunas soluciones

Si te quejas constantemente de la pobreza, por ejemplo, no atraerás la atención de la gente por mucho tiempo. Saben que es malo. Lo que quieren escuchar es lo que tanto tú como ellos pueden hacer al respecto. Debes elaborar el problema para mostrar qué tan serio es, pero al mismo tiempo concentrarte en las posibles soluciones.

No seas dogmático. Si estás presentando hechos, las cosas son como son

Sin embargo, si estás presentando opiniones, debes aceptar el hecho de que no todos estarán de acuerdo. Cuando adoptas el enfoque “esta es la forma en que pienso y esa es la única forma correcta de pensar”, estás matando el debate y la audiencia no puede decir nada. Simplemente dejarán de escucharte.

¿Qué tan agresivo debes ser para que la gente escuche?

No necesitas ser demasiado agresivo para que la gente te escuche. En su lugar, trabaja para demostrar que tienes confianza en lo que dices. Puedes mostrar confianza a través del lenguaje corporal y eligiendo bien tus palabras.

Al elegir tus palabras, evita usar palabras de relleno como “me gusta”, “bien” o “um”. Es muy natural usarlos cuando estás nervioso o buscando tu próxima palabra. Sin embargo, pueden socavar tu autoridad y hacer que parezca que te falta confianza.

Tu lenguaje corporal puede leerse con más confianza cuando ocupas más espacio. Es fácil encogerse en un espacio pequeño cuando te sientes estresado.

Si la persona con la que estás hablando comienza a ponerse agresiva, mantener la calma y la confianza también puede ayudar a calmar la situación. La confianza puede demostrar que no te sientes intimidado por ellos, ni te verás influenciado por su agresión.

Escuchar activamente a los demás te permite crear una relación con tu interlocutor. Bríndales toda tu atención, para lo cual debes hacerles preguntas y resumir lo que les transmites y están escuchando para mostrarles que realmente se están interesando, en lo que tú estás diciendo

 

¿Cómo hacer que la gente te escuche cuando estás callado?

Si eres una persona callada por naturaleza, elige uno de los dos enfoques para que te escuchen: habla un poco más alto o encuentra un lugar más tranquilo para hablar.

Es posible que estés cansado de escuchar que necesitas hablar más fuerte. Como una persona más tranquila, probablemente ya sepas que luchas con eso. Sin embargo, puede haber instancias breves en las que ese sea el mejor camino a seguir.

En esos momentos, respira profundo y habla usando la energía de tu respiración. También puede ser útil imaginar que estás hablando con alguien mucho más lejos. Por ejemplo, si alguien está parado frente a ti, imagina que está parado junto a la puerta al otro lado de la habitación. Esto puede ayudarte a proyectar un poco más alto.

La otra opción es encontrar un espacio más tranquilo.

Trata de decir: “Hace mucho ruido aquí; ¿Podemos salir un momento?

Al trasladarse a un espacio más silencioso, es más fácil que la persona con la que estás hablando te escuche, incluso si habla en voz baja.

¿Cómo hacer que la gente a la que no le gustas te escuche?

Si sabes que estás hablando con personas a las que no les agradas, trata de comenzar la conversación encontrando puntos en común. Esto puede ayudarlos a escucharte ya que reconocen que estás tratando de relacionarte con ellos. También puede ayudar a que la conversación avance de manera más constructiva.

Por ejemplo, si está hablando con un cliente molesto, puede comenzar diciendo: “Entiendo que esté frustrado y lamento que el sitio web no se vea como lo imaginabas. Ambos queremos que estés realmente satisfecho con el diseño final. Estas son mis sugerencias sobre cómo avanzar”.

Al hacer esto, estableces que entiendes que están insatisfechos, te disculpas por tu parte en el problema, expresas que ambos quieren el mismo objetivo y, finalmente, ofreces una solución sobre cómo seguir adelante.

También puedes establecer una relación con la otra persona conectándote sobre intereses compartidos menos relevantes para la conversación. Los primeros momentos de una conversación son una gran oportunidad para hacer esto.

Por ejemplo, si ves a alguien con una camiseta con el logotipo de un equipo deportivo, podrías preguntarle si vio el partido del sábado. O si alguien se está sacando los auriculares mientras caminas, pregúntale casualmente qué estaba escuchando.

¿Cómo hacer que la gente te escuche por teléfono?

Si estás hablando por teléfono, es importante mantener el ritmo de la conversación. Los científicos sociales han descubierto que hablar durante más de 40 segundos te pone en peligro de ser percibido como divagador o compartiendo demasiado.

Por supuesto, es posible que debas extenderte más allá de la regla de los 40 segundos cuando ingreses a los detalles de una llamada comercial. La clave aquí es captar la atención de los oyentes con un “gancho” o “discurso de ascensor” al comienzo de tu tiempo para hablar con ellos.

Debes comenzar por hacer algunas preguntas y evaluar lo que están buscando (y si tú o tu producto pueden ayudar a satisfacer sus necesidades). Luego, adapta la conversación a sus necesidades específicas.

Si estás ampliando una idea de negocio y sientes que has estado hablando durante mucho tiempo, debes ofrecer a tu oyente la oportunidad de intervenir preguntándole: “¿Tiene alguna pregunta sobre lo que he dicho hasta ahora?” Esto puede ayudarte a mantener a tu oyente interesado.

Habla para ser escuchado

Ya sea hablando un poco más alto o aprendiendo a hablar de manera atractiva, hay cosas concretas que puedes hacer para ayudarte a ser escuchado.

Recuerda hacer estas cosas:

– Conoce a tu audiencia: ¿A quién le estás hablando? ¿Ya están de acuerdo contigo o necesitas encontrar puntos en común antes de dar tu declaración de tesis? Ten en cuenta también a tu público cuando decidas qué historias contar. Por ejemplo, si deseas ilustrar la importancia del trabajo duro, puedes contar una historia sobre tu primer viaje de pesca a personas aventureras y al aire libre. Por otro lado, si estás hablando en un entorno académico, puedes hablar sobre cuándo comenzaste a aprender un nuevo idioma y cuánto trabajo te llevó.

– Debes ser atractivo: debes usar técnicas como humor, historias, variación de volumen y ritmo para atraer a tu audiencia. Entretener e informar a las personas que te escuchan lo mejor que puedas.

– Confía en que tienes algo que vale la pena decir: cuenta tus historias y comparte tus conocimientos con la confianza de que los demás querrán escucharte. Algunas personas carecen de confianza en sí mismas y no comparten sus historias o las comparten con aire de disculpa. Puedes ayudar a las personas a que te escuchen al hablar con confianza.

– Debes ser un oyente comprometido y solidario: recuerda escuchar bien cuando otros hablan. Esto les muestra a los demás que te preocupas por ellos y que estás involucrado en la conversación, no solo esperando la próxima oportunidad para hablar.

Esta información ha sido elaborada por NUESTRA REDACCIÓN

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