Desde NUESTRA REDACCIÓN hemos ido en busca de cuáles son las claves para las inversiones de futuro teniendo en cuenta el impacto que las escuelas de negocio tienen en los inversores. O sea, que el papel que juega la formación de postgrado es esencial en la contribución que la inversión (en general en cualquier sector de la economía y la sociedad) pueda tener, porque desde las instituciones académicas se tiene la masa crítica necesaria (intelecto y datos) para explicar las realidades de cada sector y sus circunstancias específicas.

Los planes de estudios amplios y las políticas sólidas de diversidad ayudarán en la lucha contra la pobreza y el cambio climático, sin duda dos de los aspectos centrales para la inversión futura.
La inversión de impacto se ha movido desde los márgenes hacia la corriente principal en los últimos años, impulsada por los efectos cada vez más evidentes del cambio climático y la creciente desigualdad. Vamos a aclarar qué es lo que significa esta expresión “inversión de impacto”: son inversiones dirigidas a producir tanto una rentabilidad atractiva como un impacto social o ambiental positivo y cuantificable. Los inversores de impacto, tras marcarse un objetivo concreto de impacto, buscan que sus inversiones produzcan beneficios socio-económicos o ambientales cuantificables.
El sector ahora vale al menos 715 mil millones de dólares. Sin embargo, a medida que los inversores y los administradores de fondos se enfocan en el impacto, muchas escuelas de negocio y sus planes de estudios luchan por mantenerse al día.
Existen consultoras de inversiones como en las que se ha construido su cartera de fondos impulsados por el impacto con equipos de inversión no tradicionales. Su éxito es el resultado de la contratación de profesionales con excelente experiencia financiera, profundos conocimientos técnicos y conocimientos localizados sobre los problemas sociales.
En la conformación de estos equipos se encuentran profesionales que tienen calificaciones de postgrado en diferentes especialidades. Las escuelas de negocio pueden ayudar a llenar el vacío. Los graduados que no están capacitados para comprender el impacto social de los grandes avances que ocurren en tecnología, biología, física y otras áreas esenciales tienen menos probabilidades de comprender los riesgos y las recompensas de invertir en estas innovaciones para superar la pobreza y el cambio climático.
Una segunda área de enfoque es la diversidad
En la actualidad hay organizaciones consultoras internacionales en cuestiones de inversión, en la que más de la mitad de sus equipos y casi la mitad de sus socios provienen de entornos no europeos. Pero con el aditamento que, además, un poco menos de la mitad del equipo directivo y del consejo de administración de esas organizaciones, está compuesto por mujeres.

Hemos verificado que este tipo de organizaciones globales contratan a personas que tienen una comprensión cultural de los mercados que interesan en África y Asia emergente. Esto les permite apreciar las condiciones en las que operan las empresas de sus respectivos porfolios.
Las escuelas de negocio con fuertes políticas de diversidad e inclusión tienen muchas más probabilidades de producir inversores de impacto exitosos que trabajen para aliviar la pobreza y las desventajas. Algunas escuelas de primer nivel están tomando la delantera, incluida Harvard, cuya admisión tiene un alto grado de diversidad, y Oxford, cuya mayoría de MBA’s son internacionales. Otras instituciones deberían hacer lo mismo con medidas como programas de extensión y becas adicionales.
Una tercera prioridad para las escuelas es establecer las métricas que pueden identificar y medir el impacto real. Eso no solo es un imperativo ético, sino que también requiere un conjunto de habilidades altamente comerciales que todos los estudiantes de negocios deberían adquirir.
Una vez más, algunas escuelas líderes han respondido, incluidas Wharton, Harvard y Chicago Booth, que están trabajando con inversores para realizar investigaciones sobre las características y los impulsores del éxito en la inversión de impacto. Dichos enfoques deberían convertirse en el núcleo de los cursos de MBA.
Las escuelas de negocios cambian su enfoque a las personas, el propósito y el planeta
Si las escuelas de negocio pueden captar esta interacción esencial entre el beneficio y el propósito, contribuirán en gran medida a enseñar a sus estudiantes que el impacto y un fuerte enfoque en los factores ambientales, sociales y de gobernanza no son solo cosas agradables de tener, sino los cimientos de inversiones financieras sólidas para un futuro inmediato y especialmente abrir este hábito inversor en el largo plazo.
Esta es la razón por tres de las más reputadas escuelas de negocio se han asociado en la investigación de inversión de impacto, lo que ha generado la base de datos Impact Finance (IFD) lanzada recientemente y que es una colaboración de Wharton School, Harvard Business School y Chicago Booth.
La inversión de impacto, una estrategia para generar un impacto social y ambiental positivo junto con un rendimiento financiero, es un enfoque central de la Iniciativa de Impacto Social de Wharton (WSII).
¿Cuál es la finalidad?
Están trabajando para hacer crecer la base de talento y evidencia con la finalidad de guiar al mismo tiempo que fortalecer la práctica de la inversión de impacto. La Iniciativa de Impacto Social de Wharton (WSII) ha investigado rigurosamente la inversión de impacto a lo largo de los años, con una serie de informes sobre el tema. Recientemente, se han asociado con el Rustandy Center for Social Sector Innovation en Chicago Booth y el Impact Collaboratory en Harvard Business School para promover cuáles son sus respectivos impactos y del conjunto de estas instituciones de postgrado, además del alcance de las mismas. Para ello, han creado una base de datos líder para la investigación académica sobre inversión de impacto: la base de datos de Impact Finance.

El jefe de investigación de WSII, Maoz (Michael) Brown, analiza la importancia de este trabajo y por qué esta nueva colaboración beneficiará e influirá en el campo. Ante la pregunta ¿por qué es importante investigar la inversión de impacto? dice que: “la inversión de impacto está creciendo rápidamente. Puede ver esta tendencia no solo en las estadísticas sobre el crecimiento de los activos bajo administración, sino también en los estudiantes con los que trabajamos día a día. En Wharton estamos viendo un gran interés en la inversión de impacto y la empresa social entre nuestro alumnado. Estos son los líderes empresariales del mañana y brindan una indicación muy clara de que unir finanzas e impacto es el modelo empresarial del futuro”.
Pero Maoz (Michael) Brown cree que la importancia de investigar la inversión de impacto va más allá de su popularidad. Dada la gravedad de los problemas sociales y ambientales a los que los países se enfrentan en la actualidad, es lógico que este enfoque sobre cómo debe ser el impacto de las inversiones futuras se convierte en algo crítico para la toma de decisiones de los inversores, por ende, también para el resto de instituciones, gobiernos y por supuesto, las escuelas de negocio.
Es que es un mecanismo que nos pone a disposición que es lo que se puede hacer con la poderosa herramienta financiera, cuáles son los ámbitos necesarios que hay que abordar (por supuesto invertir) de manera de combatir la inequidad racial y de género, el cambio climático y otros desafíos importantes que requieren especialmente la atención de la formación de postgrado.
¿Qué es la base de datos de finanzas de impacto (IFD)?
IFD es una base de datos integral sobre operaciones y resultados de inversión de impacto. Está siendo desarrollado por el Consorcio de Investigación de Finanzas de Impacto, que actualmente comprende la Iniciativa de Impacto Social de Wharton, el Centro Rustandy para la Innovación del Sector Social en Chicago Booth y el Colaborador de Impacto en la Escuela de Negocios de Harvard. Los investigadores de cada una de estas instituciones han estado trabajando juntos para construir el IFD como el repositorio líder de datos para la investigación académica sobre inversión de impacto. Se hace una recopilación de estos datos a través de una encuesta diseñada rigurosamente y a través de una serie de documentos que proporcionan los fondos, incluidos estados financieros, hojas de términos, informes de impacto y otra documentación, todo lo cual se mantiene estrictamente confidencial dentro del equipo de investigación.
¿Por qué Wharton, Harvard Business School y Chicago Booth decidieron colaborar en este esfuerzo?
Maoz (Michael) Brown cree que el valor de esta colaboración conjunta es mayor que la suma de sus partes. Trabajar juntos permite la fertilización cruzada de ideas que es parte integral de una buena erudición, y también les permite compartir las importantes responsabilidades involucradas en hacer una investigación que esté a la altura de los estándares académicos.
Apoyar a los profesionales a encontrar oportunidades para optimizar el trabajo de investigación
Además, Maoz (Michael) Brown afirma que esta iniciativa también tiene una contrapartida importante, que es que lo que le deben a los profesionales para encontrar oportunidades, para de esta forma optimizar todo este esfuerzo de investigación conjunta siempre que sea posible. En lugar de pedirles a inversionistas ocupados que completen encuestas por separado, tiene mucho sentido que las tres escuelas combinen esfuerzos y se acerquen a los profesionales de los que quieren aprender como una sola iniciativa.
¿Qué tipo de información contiene la base de datos?
Están recopilando toda la información necesaria para comprender cómo los inversores de impacto despliegan el capital para generar impacto. Ya sea rendimiento financiero, mecanismos de gobierno, prácticas de diligencia debida, relaciones entre inversionistas y beneficiarios, por lo que se hacen las preguntas necesarias y se documentan con información además de herramientas de análisis que recopilan toda la información necesaria para comprender cómo los inversionistas de impacto realizan su trabajo.
¿Qué han aprendido los investigadores de los datos de IFD?
La posición de Maoz (Michael) Brown respecto a si ha servido o no hasta el momento la investigación del IFD, es que es un poco pronto para compartir hallazgos e ideas de todo lo investigado hasta la fecha. Sin embargo, indica que hay algunos de los trabajos que realizaron desde WIRED, caso del informe “Grandes expectativas de Wharton Social Impact de 2015” que demostró que no existe una compensación inherente entre los rendimientos financieros y el enfoque de impacto. Un artículo más reciente titulado “Contratos con beneficios (sociales)” mostró cómo los contratos legales que redactan los inversionistas de impacto reflejan un compromiso serio para lograr objetivos sociales y ambientales. Todo esto crea una situación por la que Maoz (Michael) Brown dice estar ansioso “por aprovechar estos conocimientos en nuestro trabajo futuro”.
¿Qué impacto espera que tenga el IFD?
Maoz (Michael) Brown afirma que “como académicos, creemos que el conocimiento es poder. Esperamos que los hallazgos que compartimos con el campo informen las mejores prácticas y, en última instancia, conduzcan a un impacto mayor y más sostenido en el mundo. También esperamos que esta emocionante colaboración entre tres escuelas de negocios de primer nivel llame más la atención sobre este sector emocionante, fascinante y cada vez más indispensable”.

El rol que deben jugar las escuelas de negocio en las inversiones futuras
Sin duda el rol está circunscrito a la mente decisoria del inversor, para lo cual, o tiene la formación necesaria o depende de sus asesores que están especialmente preparados para inversiones de impacto. A tal punto, se ha ido perfeccionando este concepto en los últimos años, que son las escuelas de negocio que en sus programas específicos y también como parte de sus MBA’s (una cantidad significativa de horas de formación y aprendizaje) las que tienen que facilitar tanto a inversores como a sus equipos de trabajo, así como asesores externos, sin dejar de lado a los equipos de consultoras financieras, Bancos de inversión y demás instituciones de inversión, las recomendaciones y expertise necesarios para una buena toma de decisiones.
Esto tienen un doble efecto: para la persona (el profesional graduado de un programa que ha perfeccionado sus conocimientos y capacitación en inversiones de impacto) y para cualquiera de las organizaciones y/o instituciones citadas detalladas en el párrafo anterior.
Ese rol al que nos referimos es el que permite seleccionar instrumentos de inversión individuales, evaluar la estrategia y medir el rendimiento, para cada una de las diferentes situaciones y teniendo en cuenta en qué país se está realizando.
Tomar mejores decisiones Requiere una comprensión profunda del proceso de inversión y explorar las últimas técnicas con estudios de casos del mundo real. Esto lo deben proveer las escuelas de negocio, de manera que sus postgraduados contribuyan a minimizar los efectos de la volatilidad del mercado en su cartera (en la empresa en la que están trabajando o para la empresa, consultora, institución, etc. para la cual están haciendo un informe de inversión de impacto).
Esta formación les hará comprender mejor la gestión de riesgos y lograr mayores rendimientos, explorar clases de activos alternativos, como bienes raíces y materias primas, al mismo tiempo que adquirir un conocimiento profundo de la renta fija y los instrumentos derivados.
La formación adecuada en inversión de impacto es buena para cualquier organización
Explorando y evaluando diferentes estrategias de inversión de impacto con la debida información y pericia de sus equipos (internos y externos) se pueden gestionar inversiones estratégicas de impacto que otorguen un buen rendimiento de su cartera inversora y reduciendo riesgos. Para asegurar que esto sea conducido con eficacia, las organizaciones quieren contar con equipos altamente capacitados en esta especialidad, que obtengan teoría y herramientas de inversión prácticas y efectivas que sean inmediatamente aplicables en su organización. Y acelerar este desarrollo de empleados de alto potencial de alta dirección requiere de la imprescindible aportación que las escuelas de negocio pueden hacer mejor que nadie para este tipo de formación y capacitación.