Facilitar la accesibilidad a los estudios de postgrado

Cada vez que se hace referencia a facilitar el acceso a los estudios de postgrado, debemos aclarar cuál es el alcance de esta frase que se utiliza con frecuencia con demasiada superficialidad. Porque el concepto de “accesibilidad a los estudios de postgrado” abarca mucho más de lo que podamos suponer.

Lo prioritario, más en momentos en los que gracias a las vacunas en nuestro entorno europeo nos permiten ir augurando una salida pautada de la crisis del Covid-19 a pesar de que tendremos que aprender a convivir con el coronavirus durante los próximos años, es no ceder en la búsqueda de garantizar que todos los estudiantes puedan acceder al curso de postgrado que le interesa hacer por vocación, o porque les es fundamental para progresar en su trabajo actual, sin olvidar una pieza clave en el momento actual de transformación digital, cuál es acceder a materiales y actividades de aprendizaje digitales con los cursos adecuados y también, en las instituciones adecuadas.

En cuanto a las facilidades económicas, esto depende de muchos factores, como la existencia de becas concedidas por instituciones tanto públicas como privadas de cada país, o de programas de mayor alcance como es el Erasmus a nivel europeo.

Pero las facilidades, como hemos dicho tienen un alcance muy amplio, por ejemplo, el “Departament for Continuing Education” (Departamento de Formación Continua) de la Universidad de Oxford, en cuanto a las facilidades para los estudiantes de postgrado, detalla estos aspectos:

“Los estudiantes de posgrado que estudian en Educación Continua tienen acceso a una amplia gama de instalaciones de estudio, sociales y deportivas dentro del Departamento, la Universidad y sus facultades individuales. En Rewley House, los estudiantes de posgrado tienen acceso a la biblioteca, la sala de recursos informáticos, la sala común, el bar, el comedor y la sala de la Escuela de Graduados con espacio de estudio, instalaciones de impresión, casilleros y refrigerios. Dentro de la Universidad en general, los estudiantes pueden utilizar las instalaciones en las Bibliotecas Bodleian o en el Club Universitario o en las salas comunes de las diversas facultades”

Otro caso, por ejemplo, la Universidad de Bristol, que está demostrando una preocupación por la ampliación de la participación y está comprometida con la diversificación de su cuerpo estudiantil de postgrado. Dice expresamtne que “reconocemos el valor de una cohorte variada y queremos alentar a personas de diferentes orígenes a postularse para estudios de posgrado con nosotros”, para lo cual se ha establecido una política que llama “Acceso al esquema de postgrado” en el que se sostiene que, “como futuro estudiante de posgrado, es posible que tenga reservas sobre el tiempo, las habilidades y los recursos necesarios para acceder a los estudios de postgrado. El programa Access Postgrad ofrece sesiones de tutoría y desarrollo de habilidades entre pares para ayudar a los estudiantes universitarios actuales de la Universidad de Bristol a decidir si los estudios de posgrado son adecuados para ellos. Nos complace poder ofrecer financiación en forma de una pequeña exención de hasta £ 5,000 para las tasas de matrícula impartidas en posgrados para apoyar a 10 participantes de Access Postgrad”.

En el caso de la Universidad de Oviedo, expresamente explica cuál es su política para las becas y ayudas, que están a disposición de los estudiantes universitarios para sustentar sus estudios. El catálogo es extenso y abarca desde matrículas hasta materiales, viáticos, alojamiento y movilidad nacional e internacional.

Permitir que los estudiantes completen su formación mediante la convocatoria de becas de colaboración en diversos servicios universitarios y prácticas en empresas e instituciones para facilitar su incorporación al mercado laboral una vez finalizados sus estudios. Fomentar la participación de los estudiantes en los distintos entornos universitarios. Tanto los programas nacionales como los propios de la Universidad de Oviedo incluyen becas de grado, máster y doctorado, así como las titulaciones propias de la Universidad. Además, algunas convocatorias específicas están destinadas a fomentar el deporte y la excelencia académica.

La Universidad de Oviedo también cuenta con un programa específico de becas de colaboración para que los estudiantes compatibilicen sus estudios con el trabajo en los centros, departamentos, institutos y servicios universitarios de la Universidad.  

Facilitar la formación online

El objetivo fundamental de la formación online es que no haya diferencias en cuanto a la calidad de la enseñanza impartida si se compara con la convencional formación presencial. Algunos estudiantes no estarán familiarizados con el aprendizaje a distancia, ya que les puede surgir la preocupación de cómo funcionará y pueden experimentar barreras de aprendizaje que son particulares de este contexto.

Por tanto, todo tipo de barreras que puedan levantarse para este tipo de formación, las escuelas de negocio y cualquier institución que tenga formación de postgrado debe ejercer algunas acciones para evitar tales obstáculos.

La finalidad es que los programas deben estar diseñados para garantizar que todos los estudiantes sean capaces de identificar y comunicar sus necesidades de aprendizaje y mantenerles motivados para aprender sobre lo que se espera que hagan y estén confiados en que pueden participar y animados a hacerlo porque se les garantice que serán capaces de acceder completamente a los materiales de aprendizaje.

Un aspecto importante desde el punto de vista operativo para un curso online, es considerar si alguno de los estudiantes se encuentran en una zona horaria diferente o que tengan un espacio limitado o nulo en su hogar actual, o que se encuentran en zonas en la que están aislados con poco o ningún contacto social, que tienen mala señal wifi o acceso limitado a la computadora, o que tienen una discapacidad o necesidades de aprendizaje adicionales que afectan la forma en que deberán participar en el aprendizaje remoto, lo que les hace carecer de confianza en las interacciones y la tecnología en línea y están luchando emocionalmente con la transición al aprendizaje remoto.

Para los responsables administradores de una escuela de negocio estas situaciones descritas se les pueden presentar en cualquier momento.

Por tanto, para una escuela de negocio es una buena práctica anticipar estas necesidades, independientemente de lo que sepa sobre sus estudiantes. Hacer un espacio en la enseñanza impartida para interactuar personalmente con sus estudiantes y discutir el nuevo entorno de enseñanza y aprendizaje.

Como escuela de negocio es posible  que, reconociendo los desafíos de trabajar a través de la tecnología, deba pedir paciencia de antemano si la tecnología no funciona según lo planeado, teniendo en cuenta a su vez, que todos sus estudiantes se están adaptando a un nuevo entorno y que llevará tiempo.

Necesidades específicas

Se debe dejar claro a los estudiantes que se desean conocer las necesidades específicas de aprendizaje que tengan y si están dispuestos a compartirlas.

Flexibilidad para la incorporación y uso de la tecnología

Se debe de ser flexible en la forma en que se permite que los estudiantes se involucren y usen la tecnología, al mismo tiempo que establecer reglas básicas para las discusiones. Por ejemplo, un estudiante puede preferir escribir sus respuestas en lugar de usar el micrófono o el video.

Los estudiantes discapacitados pueden necesitar tecnología específica para poder acceder al aprendizaje.

Diferentes expectativas personales

Los estudiantes tienen diferentes expectativas sobre cómo deben participar, completar el trabajo, las cualidades deseables del trabajo producido, cómo deben usar recursos como listas de lectura, etc.

Es probable que estas diferencias sean particularmente agudas en este nuevo entorno de aprendizaje. Es importante ser claro y explícito sobre cómo se impartirá la enseñanza, cuáles son los objetivos, qué se espera de los estudiantes y cómo se dará la retroalimentación.

No hay dos estudiantes iguales

Varían en antecedentes académicos, estilos de aprendizaje, niveles de motivación, personalidades y culturas.

Cada vez que se organiza un nuevo grupo de estudiantes, es clave averiguar si hay alguna información sobre discapacidades, salud mental o necesidades educativas especiales, porque va a ser imprescindible hacer ajustes a la planificación e implementación del curso.

El problema añadido de la distancia

Hay que tener en cuenta que la distancia y / o el aislamiento pueden dificultar que los estudiantes se involucren en su aprendizaje.

Los estudiantes postgrado que están acostumbrados a la formación exclusivamente presencial y por tanto a moverse entornos sociales intensos, el cambio repentino puede alterar los patrones y prácticas de estudio y su nivel de motivación.

Una palabra personal de aliento y el reconocimiento de estos sentimientos pueden marcar una gran diferencia.

Hablar con los estudiantes al comienzo del curso sobre lo qué es lo que más les interesa en cuanto a temática, para que se puedan incorporar estas preferencias en la enseñanza, probablemente fomente un mayor compromiso y un sentido de unión.

Los profesores deben averiguar los intereses personales

Es una política muy importante la de sistematizar los intereses de los alumnos de postgrado, saber de cada alumno en qué cuestiones está interesado, para luego tratar de incluir cada uno de estos temas a lo largo del curso, ya sea en las clases ordinarias o en seminarios especiales.

Esto significa que el curso incorpora los diversos intereses del grupo y que los estudiantes se ven a sí mismos como co-creadores en el diseño del plan de estudios.

Respaldo de las sesiones en vivo

Hay que asegurarse de que las sesiones en línea “en vivo” estén respaldadas por materiales de aprendizaje proporcionados con anticipación. Esto puede incluir folletos, diapositivas de PowerPoint y detalles de los ejercicios que se realizarán.

También es una buena práctica proporcionar un plan para la sesión con anticipación (por ejemplo, un conjunto de preguntas para discutir o una lista de áreas temáticas para cubrir). Esto permitirá a los estudiantes prepararse y estar listos para contribuir, y es útil para aquellos que tienen que perderse o no pueden contribuir a la sesión debido a una mala conexión a Internet o una diferencia de zona horaria.

Al planificar que algunas discusiones se lleven a cabo a través de foros de discusión, o al establecer ejercicios que los estudiantes lleven a cabo fuera del tutorial o de la clase, de forma independiente o colaborativa (por ejemplo, los estudiantes podrían colaborar en un documento de Google donde pueden ver las respuestas de otros a lo largo del tiempo), hace que el aprendizaje remoto sea más resistente y agrega estructura y variedad al autoestudio.

Esta información ha sido elaborada por NUESTRA REDACCIÓN

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