Escuelas de Negocio y necesidades del mañana

Experiencias pasadas y necesidades del mañana como centro de interés de los programas

Otros giros interesantes en la formación de postgrado

Los cambios claves que algunas escuelas, especialmente norteamericanas están llevando a cabo en los últimos dos años, en programas de tiempo completo, pero que sin duda son perfectamente ajustables a las modalidades online que las circunstancias impuestas por Covid-19 nos han obligado a considerar, pasan por:

Qué es un MBA y qué necesitas saber Un MBA es ideal para personas que desean adquirir habilidades para aplicar a diferentes puestos de trabajo y acelerar sus carreras.

– aprovechar todas las experiencias pasadas de la escuela para brindar a los estudiantes una experiencia personalizada.

– esta sólida educación funcional debe hacerse también integrada y vivencial

Este último punto de integración, implica el compromiso de facilitar una personalización para cada estudiante a través de evaluaciones, coaching y caminos únicos, incluido acceso a asesoramiento académico, tutoría sobre opciones de carrera y coaching para mejorar las habilidades personales.

Por tanto, aquellas escuelas cuyos itinerarios (secuencias de cursos flexibles) están diseñados para personalizar el programa para que coincida con los intereses de los estudiantes y abarque áreas funcionales, gozará de una ventaja significativa sobre otros programas que no hayan tenido esta sensibilidad.

También proporcionará un amplio acceso al aprendizaje experiencial: el plan de estudios deberá ampliarse para ofrecer oportunidades de aprendizaje experiencial nacionales o internacionales con organizaciones con o sin fines de lucro.

Algunas de estas oportunidades tienen que ser obligatorias y otras opcionales.

¿Por qué es importante el desafío experiencial?

Estamos hablando a diario del impacto del Covid-19 en la sociedad en general y muy particularmente, en la economía de las empresas.

No hay duda que todo el esfuerzo que deberán hacer las empresas durante este 2021, es recomponer sus filas y rediseñar su futuro.

Es que todo el mercado ha cambiado y lo seguirá haciendo, junto a que muchísimos de los jugadores de este mercado ya no estarán. O también, que podrán seguir estando si se someten a un profundo cambio que transforme 180 grados sus estructuras productivas, comerciales, financieras, etc.

Este desafío no es para dentro de dos años ni uno. Es ya mismo. Este desafío no puede ser desconocido y menos ignorado por las escuelas de negocio.

Por ello, hay que abordar desde las escuelas, tanto los aspectos de proyectos reales que aborden problemas comerciales y de mercado genuinos, así como también que trabajen los alumnos en un proyecto de impacto social.

Comprender las necesidades del mañana

Y ¿por qué es tan importante? Diría que más que importante es vital. Porque si primero ha sido comprender las necesidades del mañana, ya sea desde la perspectiva de empleadores o estudiantes, en un mundo con negocios y demografía que cambian rápidamente, hay que dedicar un  esfuerzo significativo a realizar investigaciones de múltiples fuentes, resumiendo los hallazgos e incorporándolos al rediseño.

Y para tener esta capacidad de análisis en el manejo de datos e información, hay que formar a los estudiantes que cursan un postgrado en pensamiento crítico y estratégico.

Porque todo a partir de ya mismo, requiere una metodología diferente, no de análisis lineal de lo simple a lo complejo, sino de un análisis basado en un pensamiento cuántico, que aborde lo infinitesimal (es un símil interesante) de los comportamientos de mercados, empresas, etc.

Si no hacemos una disección precisa del cuerpo sometido a análisis, no se podrá diagnosticar correctamente, menos aún, seguir un proceso decisorio acorde.

Un rediseño tiene muchas partes móviles diferentes, y cuando se necesitan cambios en el plan de estudios, pueden afectar a casi todos los contenidos curriculares.

Otro de los aspectos sustanciales que deben cuidar las escuelas de negocio, es tratar de mantener una comunicación adecuada durante todo el proceso de rediseño entre los diferentes grupos de interés, incluidos los profesores, el personal, los socios corporativos y los egresados.

Una cuestión a la que a veces no se le presta demasiada atención, es escuchar las opiniones de grupos de profesores (también a nivel individual) que investigan estas áreas que estamos comentando están sujetas a un cambio y/o ajuste muy fuerte. Estas sugerencias son básicas.

Y este proceso en sí es importante por varias razones.

Una, conseguir la participación de los profesores, en particular los que desarrollaron los cursos de MBA existentes.

Otra cuestión, que la escuela esté de acuerdo con los cambios del plan de estudios y que lo vea como una integración de conocimiento aplicado al que a su vez le puede dar sus diferentes perspectivas.

Esto hace que la escuela priorice el aprendizaje sobre el panorama actual del plan de estudios de MBA y la comprensión de cuáles son las tendencias en este espacio.

El espacio que cada escuela quiere y puede ocupar. Así de simple.

Auscultar el ambiente

Estamos bombardeados por un exceso de información, especialmente toda la que nos llega a los dispositivos móviles.

Por tanto, cualquier ímpetu transformador debe contar imprescindiblemente con experiencia académica y gran conocimiento del terreno (mercado, empresas, etc.) que para cualquier escuela de negocios es su gran activo.

Sin duda, el auténtico patrimonio que puede ofrecer, no sólo el programa, sino cómo se mueve en la sociedad, el mercado e incluso con las instituciones de ese país.

Participar en eventos, mesas redondas, y compartir experiencias con personalidades tanto del entorno educativo como empresarial, es la cadena de citas obligadas con ese entorno aceleradamente cambiante que determinará dos cosas: el nivel de programa educativo de un postgrado, al mismo tiempo que su perfecta percepción de la utilidad que representa para un alumno, a sabiendas que dicho programa en manos de esa escuela que está participando, que se la ve en los medios, que hay profesores de ella que se les conoce por sus estudios, opiniones, etc., seguramente también tendrá una o dos casillas de ventaja sobre sus competidoras directas.

Por tanto creo, que ante la pregunta ¿Cómo es el futuro de los negocios en su campo y qué se necesitará para liderar en ese futuro?, podemos dar una respuesta: esos conocimientos, junto con los comentarios de los estudiantes y profesores y una evaluación del panorama competitivo, forman la base de los cambios que hay que abordar.

Hacerlo es una decisión política de la dirección de la escuela. No hacerlo es el camino directo a la exclusión del panorama educativo de postgrado.

Por todo lo dicho, creo que las escuelas deben construir su propia orientación pero cuyos contenidos curriculares sean capaces de llevar a los estudiantes de los datos a las decisiones. Pero además, también tienen que estar presentes las oportunidades de aprendizaje experiencial dentro y fuera del aula para vincularnos a su comunidad empresarial.

Y esto es desarrollar una formación más amplia en liderazgo, colaboración y comunicación.

Gracias a estos cambios se están creando lo que podemos llamar los líderes empresariales de próxima generación.

No debemos olvidar tampoco que son de suma importancia las conexiones que los estudiantes establecen mientras están cursando un MBA.

De hecho, todas las conversaciones que tenemos con ex alumnos de cualquier programa, clasifican las conexiones y el acceso a la comunidad como beneficios clave.

Y eso comienza al principio con la orientación.

Además, un aspecto único de nuestra comunidad empresarial es que está plagado de ampliaciones o lo que llamamos “empresas de alto crecimiento”.

Esto es producto de la constante innovación tecnológica.

Las empresas que han superado la etapa de transformación digital y están creciendo rápidamente, creando muchos puestos de trabajo y oportunidades, son las que tienen necesidades comerciales sofisticadas, como desarrollar sus modelos financieros, recaudar fondos, profesionalizar su organización, escalar las operaciones y tomar decisiones críticas de abastecimiento.

También son lugares muy deseables para trabajar.

Como puede verse, trabajar en estas empresas para los alumnos de postgrado, pueden ver el impacto de su trabajo y aumentar sus oportunidades profesionales junto con el crecimiento de las mismas organizaciones.

Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education)

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