Aún se desconoce cuál será el impacto que finalmente tendrá la pandemia que estamos padeciendo en la economía, tanto a nivel local a como en nuestro entorno europeo. Pero más se complica el panorama cuando tenemos que pensar en la recuperación a partir del presente actual, en el que se está iniciando una primera fase de la desescalada.
No sabemos cómo va a hacerse (faltan datos y no está claro el financiamiento que finalmente se dará desde Europa), ni tampoco sabemos cuánto tiempo nos demandará este esfuerzo.
Es evidente que el impacto tampoco será simétrico, menos aún lo serán los respectivos tiempos de recuperación de cada sector. Lógicamente, la situación va a depender de las medidas que adopten las Administraciones públicas, pero también de lo solidarias que sean las empresas. Pero mi convencimiento personal, es que los españoles y las empresas vamos a estar a la altura.
Hecha estas consideraciones, vamos de lleno a analizar la situación actual de la formación, en concreto el de las escuelas de negocio.
Relación entre mercado y conocimiento
Cada vez que escuchamos el término conocimiento, debemos recordar que para nuestro sector es vital adelantarse. Estar a la expectativa, saber qué es lo que necesita nuestro mercado. Lo urgente para las escuelas de negocios es tener ese conocimiento, para de este modo tratar de ofrecer la formación que responde a las exigencias del mercado laboral actual.
Salud actual de las Escuelas de Negocios
Las escuelas de negocios españolas no sólo han sabido integrarse a un sector ampliamente internacionalizado, sino que además han demostrado una enorme agilidad de adaptación al mercado. La practicidad y la orientación al mercado laboral han sido siempre el leitmotiv de las escuelas de negocios y en esta línea están continuando.
La flexibilidad de la adaptación de sus programas a lo que demandan las empresas es algo que otras instituciones educativas no pueden realizar de forma tan ágil.
Gran diversidad de centros
En el ámbito de las escuelas de negocios impresiona la gran diversidad de centros, desde los especializados en un área profesional determinada a los que desarrollan una metodología de impartición concreta.
Calidad vs. innovación
Muchas escuelas destacan por su apuesta por una oferta formativa de calidad pero que no pierda de vista la innovación.
Es el caso de la tecnología blockchain que será tras el Internet de las cosas (IoT, en sus siglas en inglés) y el big data, la tercera tecnología en crecimiento, esperándose que en su completo desarrollo —allá por 2025—, esté presente de una forma absolutamente natural en nuestra vida cotidiana.
Ganar competitividad
Nuestra contribución al sector empresarial es vital, ya que les ayudamos a que sean de las primeras en incorporar esta tecnología y ganar con ello en competitividad. Esto implica profesionales altamente formados y capacitados en nuestras escuelas de negocio gracias a una amplísima oferta de programas que se han ido actualizando en los últimos años a la misma velocidad que lo hacia la innovación tecnológica.
Estamos inmersos en una cada vez más rápida sociedad digital. La inteligencia artificial está provocando cambios concretos, por ejemplo en las salidas laborales, ya que podrán ofrecerse profesionales en el mercado para implementar proyectos basados en la inteligencia artificial, que a su vez se convierta en la necesaria transición de los departamentos de IT a una estructura IA más enfocada a la predicción.
El Internet de las Cosas
Parece que es una “verdad de Perogrullo” decir que toda nuestra vida gira en torno a Internet. Pero no por insistir en ello, le quitamos el valor que realmente tiene: una sociedad digital que vive enmarcada por su economía digital, lo que condiciona nuestros hábitos y costumbres de tal manera, que si miramos retrospectivamente hacia unos cinco años atrás, tomamos consciencia de cómo actuábamos en ese entonces, y lo más importante, cómo pensábamos, y nos parece que al mirarnos a nosotros mismos estamos hablando con otra persona. Así de rápido, pero más relevante aún su profundidad, es el cambio que se ha operado en nuestra sociedad.
Hoy la vida está conectada a Internet: la formación, el trabajo, el ocio, los objetos, los dispositivos y, ahora, también, un amplio abanico de industrias, forman parte de lo que se ha llamado el Internet de las cosas.
Los escenarios van cambiando y las empresas no pueden quedarse atrás. Ello incluye, por supuesto, a las escuelas de negocios, que en su capacidad de transformación y adaptación al nuevo paradigma que se ha creado, tienen que poner a disposición de miles de alumnos una formación absolutamente adecuada y actualizada en cuanto a la transformación digital, cómo implementarla en un negocio y de qué tecnologías se dispone en la actualidad para hacerlo (machine learning, big data, realidad virtual, computación en la nube, etc.).