Construyamos los escenarios de la educación de postgrado para el resto de la década

Desde NUESTRA REDACCIÓN hemos pasado revista a una serie de artículos e informes que, respecto al futuro de las escuelas de negocio se viene haciendo en los últimos años, podríamos decir que muy especialmente a partir de la Crisis Financiera Internacional de 2008-2009. Sabemos que la pregunta que “flotaba” en el aire en todos los ambientes empresariales, profesionales y por supuesto educativos, era ¿cómo sería el futuro de la educación de postgrado? Más concretamente, se preguntaban los analistas y críticos si la educación gerencial, es decir, esa fábrica de managers a la que se le atribuía la responsabilidad a las escuelas de negocio, seguirían siendo las mismas, o sea, manteniendo una cierta tradición en el tipo de enseñanza, contenidos, etc.

La formación y capacitación en los años venideros de parte de las escuelas de negocio tendrán que tener en cuenta la metodología interdisciplinaria más que nunca, lo que combinará gestión con investigación

 

Pero más en concreto, en los últimos tres años, las escuelas de negocios de todo el mundo necesitaban saber algo más de cómo sería su futuro, o sea, tener en cuenta los cambios en la demografía, la globalización, la digitalización y el surgimiento de trayectorias profesionales alternativas.

Esta obligación que tenían que afrontar sí o sí los programas MBA y Executive MBA de todo el mundo para cambiar sus planes de estudio y utilizar nuevas herramientas de enseñanza, tenía una finalidad muy concreta: mantener su relevancia en los años venideros, o sea, en los que estamos viviendo en este presente, que para más INRI se le ha sumado el cierre a cal y canto que ha producido el Covid-19 en las economías de todo el mundo.

Pero independientemente de la pandemia, hay ciertas preguntas que los expertos se vienen formulando:

– ¿Están las escuelas de negocio cambiando sus programas de manera que pueda considerarse suficiente para afrontar el nuevo tiempo que se está viviendo?

– ¿Están siendo tan innovadores como los propios negocios estudiados en los programas?

– ¿Son sus temas de investigación relevantes en un mundo más complejo y menos predecible?

– ¿Son los programas flexibles e impactantes para atraer ejecutivos que tienen cada vez más opciones para recibir una educación de alta calidad en negocios?

Pero lo que sí se observa es una diferencia sustancial en cuanto a la estructura de los programas de gestión, que es el cambio de una experiencia única (finalizado el curso se acaba el aprendizaje) a un compromiso en el que dicho aprendizaje se establezca de tipo permanente entre las instituciones educativas participantes en el mercado de postgrado. Porque, en lugar de centrarse en una única experiencia de aprendizaje, los participantes en los programas de educación ejecutiva necesitarán cada día más, tener experiencias de aprendizaje permanente debido a que la creciente complejidad del mundo empresarial requiere actualizaciones constantes de cursos para ayudar a los gerentes a administrar sus negocios. No es cuestión de pasar por el aula, llegar al final de curso y recibir el título, porque esto por sí solo no acredita todo ese necesario cambio que la sociedad está necesitando.

La combinación del aprendizaje entre el aula, la investigación muy bien elegida en relación a las nuevas formas de trabajo, además de la colaboración en equipos es lo que caracterizará los próximos años de formación de postgrado

 

Pero esta formación y aprendizaje permanente no ha sido el único cambio que estaba en mente de los responsables de las escuelas de negocio y de los profesionales del sector. Ya que otro cambio necesario para hacer frente a un panorama empresarial en constante cambio surgía en el horizonte: nos referimos a la modificación de las disciplinas individuales hacia un enfoque orientado a proyectos, lo que implica el estudio y práctica de habilidades interdisciplinarias. Por ejemplo, en lugar de estudiar fusiones y adquisiciones, innovación y negocios internacionales por separado, los ejecutivos globales deben investigar y buscar modos de entrada innovadores en mercados extranjeros o comprender cómo se debe cambiar un proceso de adquisición estandarizado para permitir que una multinacional se mueva a un mercado diferente.

De esto se deduce que la educación de postgrado, especialmente en sus programas convencionales MBA y MBA Executive, amén de algunos otros programas de alta especialización en marketing y/o RRHH, la tendencia que se irá observando es que la educación empresarial se va ir centrando menos en disciplinas individuales, como contabilidad y finanzas, y más en la resolución de problemas empresariales mediante la combinación de la teoría académica con la experiencia práctica inmersiva. El aprendizaje experiencial probablemente sea el modo de enseñanza fundamental en los años venideros.

Un aspecto no menor es la consideración de las plataformas y ecosistemas

El futuro de la educación gerencial también dependerá de la capacidad de los programas para crear plataformas y ecosistemas para llegar a los gerentes que quieran aprender en todas las etapas de sus carreras. El HBX de Harvard y el MITx del Instituto Tecnológico de Massachusetts son solo dos ejemplos de plataformas educativas que crean compromiso entre instituciones y gerentes. Es cuestión de que el modelo educativo prevea que esta conexión entre directivos (ex –alumnos de un MBA y las organizaciones en las que trabajan) estén en todo o en parte conectados por una serie de actividades de actualización constante, con la escuela de negocios en la que cumplieron su formación y completaron el programa elegido.

En cuanto al enfoque de los programas, originalmente, se enfocaron en la maximización del valor para los accionistas; por lo tanto, los cursos anticuados proporcionaron a los ejecutivos una visión limitada del impacto de las empresas en la sociedad. Sin embargo, administrar una empresa es más desafiante hoy en día que antes, ya que hay muchas más interfaces con las que los gerentes deben lidiar, como las demandas de la sociedad civil de modelos comerciales sostenibles, las restricciones comerciales debido a los bloques comerciales y la ética, por nombrar algunas.

En consecuencia, los programas ejecutivos no solo deben capacitar a los gerentes para que tomen mejores decisiones para los accionistas, sino también para tomar mejores decisiones para la sociedad en la que están integradas las empresas.

Grupos presenciales reducidos y online simultáneamente caracterizarán los próximos años, con una participación muy acentuada de personalidades expertas en determinadas materias que incorporarán al programa ese necesario ajuste con la realidad cotidiana que mercado y organizaciones demandan

 

Estamos viviendo en un mercado altamente complejo en el que los directivos y profesionales que sirven a las organizaciones, necesitan programas adecuados para ayudarlos a “conectar los puntos” en un mundo en el que los puntos ni siquiera están claros. La exposición a temas como el impacto ambiental de las empresas, el empoderamiento de la mujer y la inclusión social, considerados no pertinentes en el pasado, se están convirtiendo en la diferenciación de entre los mejores programas.

En el pasado, los estudios de caso y las actividades de juego de roles eran las principales fuentes de análisis debido a la razón fundamental de que estas herramientas son buenas para identificar y comprender patrones que los gerentes deberían replicar en su proceso de toma de decisiones. Sin embargo, comprender el pasado es bueno hasta cierto punto; los gerentes del futuro deben adaptarse y ajustarse rápidamente a los escenarios cambiantes. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero situaciones comerciales con escenarios cambiantes, programas educativos basados ​​en competencias, programas orientados a proyectos, programas internacionales, un enfoque en la sostenibilidad y técnicas ágiles para lidiar con la complejidad, son sin duda parte de la solución.

La diversidad de participantes de programas de educación ejecutiva

La diversidad en las salas de juntas, aunque no es una realidad total, ha aumentado mucho. Basta ver cómo se compone la Junta Directiva de Amazon para ver que esta conformación no es una moda, sino una realidad social y de mercado necesaria. Incluso, debería haberse puesto en práctica hace más de quince años, en lo que concierne a cómo han sido los procesos evolutivos de las estructuras organizativas delas principales empresas multinacionales del mundo.

Además, los directores ejecutivos presentan una gama más amplia de antecedentes. Esta diversidad también debe enfatizarse en la audiencia de programas ejecutivos, para ayudarlos a construir conexiones y enriquecer las perspectivas del mundo que quieren tener. Ya no existe el líder aislado que todo lo puede, sino que está más dependiente que nunca de un modelo social y económico absolutamente interdependiente, por lo que las decisiones a tomarse son también interdependientes. De ahí, la integración multicultural e interdisciplinaria de los consejos de administración y juntas directivas, no es una moda, sino una necesidad.

La diversidad también debe explorarse en el aula de negocios, brindando a los estudiantes la oportunidad y la experiencia de trabajar en equipos culturalmente diversos. Una investigación reciente de Jang encontró que las organizaciones que utilizan equipos culturalmente diversos ofrecen mejores resultados, pero los gerentes deben estar capacitados para aprovechar los beneficios de equipos tan diversos al tiempo que mitigan los escollos. Este tipo de formación debería ocurrir en el aula de gestión.

Educación vs investigación: una vieja división

Probablemente, el viejo cisma que separa a los programas de postgrado en administración llegará a su fin, en lo referido al planteo también condicional, de si investigamos o gestionamos. Lo que parece ser que esta dicotomía ha llegado a su fin en el mundo presente. Si bien la mayoría de las escuelas de negocios de todo el mundo tienden a desarrollar su experiencia en un solo camino, ya sea enfocándose en la educación o en la investigación, la interfaz entre la enseñanza y la investigación será más fluida, porque es imperativo que así se haga, por lo que los programas en negocios se clasifican cada vez más por su valor que aportan no solo para la realidad de dichos negocios, sino para la sociedad en su conjunto, y también por supuesto, para el nivel académico que necesita un revulsivo muy fuerte para adecuarse a esta nueva realidad.

Aunque las principales instituciones como el ecosistema Oxbridge en el Reino Unido, la Ivy League en Estados Unidos y varias universidades en Europa son igualmente relevantes tanto en investigación como en educación, son las excepciones que justifican la regla. Un programa de investigación enfocado aumenta la calidad del programa educativo, mientras que los programas de alto calibre atraen a ejecutivos con problemas que desafían la literatura actual en administración.

Programas relevantes fuera de Estados Unidos y Europa

Como se mencionó en los temas anteriores, las universidades de alto calibre parecen presentar un efecto de clúster porque tienden a estar en áreas específicas del mundo. Sin embargo, como muestra el ranking de 2018 Financial Times de programas personalizados de Executive MBA, 11 de las 50 mejores y 5 de las 20 mejores escuelas de negocios de todo el mundo se encuentran en Asia, Centroamérica y Sudamérica. Las escuelas de negocios de alta calidad se pueden ver en lugares no tradicionales para la capacitación gerencial, un tema que aumenta la competencia en la industria de la educación gerencial pero al mismo tiempo refuerza la importancia de una comprensión internacional de las operaciones comerciales y una diversidad global en la educación empresarial.

El futuro del trabajo pasará por una irrenunciable necesidad de adecuación constante de programas y conocimientos, además de la experimentación para los jóvenes con poca experiencia y de una integración en proyectos de mayor calado a los postgraduados que ya cuentan con varios años de ejercicio profesional. La tónica será más acuerdos entre empresas y escuelas de negocio

 

El futuro del trabajo y de la educación en gestión

El trabajo tal como lo conocemos está cambiando de una tarea individual a un modelo colaborativo, siendo el tipo de trabajos que más crece los que requieren habilidades sociales. Los trabajos del futuro que requerirán trabajar en pequeños grupos al compartir y negociar con compañeros de trabajo son comunes. Por tanto, la educación empresarial debe centrarse en desarrollar habilidades que mejoren la calidad de las interacciones, como la flexibilidad cognitiva, la negociación, la coordinación con los demás, el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional y la gestión de personas.

Muchas de estas habilidades se pueden enseñar en las escuelas de negocios, pero se puede hacer más. Autoridades en temas gerenciales como es David Garvin, afirman que “el tema más fuerte fue la necesidad de que los estudiantes de MBA cultivaran una mayor conciencia de sí mismos. El segundo tema que escuchamos fue la necesidad de habilidades prácticas: cómo organizar una reunión, hacer una presentación y dar retroalimentacion de rendimiento. El tercer tema fue la necesidad de que los MBA desarrollen un mejor sentido de las realidades de las organizaciones dentro de las cuales operan los líderes. La política – cuestiones de poder, coaliciones y agendas ocultas – son parte de esa realidad. Los directivos necesitan desarrollar inteligencia cultural, específicamente una mejor comprensión de qué prácticas, estrategias y comportamientos son universales y cuáles son contingentes”.

Se espera que la naturaleza del trabajo cambie drásticamente debido al aumento de las tecnologías de automatización como la inteligencia artificial, los robots, la impresión 3D y la creciente dependencia de las tecnologías móviles. Esta disrupción en el lugar de trabajo a un ritmo acelerado tendrá consecuencias de mucho mayor alcance además de una reducción en el número de puestos de trabajo. Las implicaciones sociales para la sociedad pueden resultar en dos sociedades incompatibles. Por cada trabajo que se pueda automatizar, se automatizará. Los únicos trabajos no automatizados que quedarán serán los trabajos de liderazgo.

Estos cambios afectarán la naturaleza de las relaciones laborales y la organización de las empresas. Los trabajadores tendrán que acostumbrarse a trabajar junto a robots, aumentar la supervisión del lugar de trabajo y el fin de la jubilación tal como la conocemos.

Cambios en la estructura de la industria de la educación gerencial

Las universidades y las escuelas de negocios pueden segmentarse de la misma forma que las industrias tradicionales. Como cualquier negocio bajo presión competitiva global, los programas de educación gerencial tienen varias vías de crecimiento, como crecimiento orgánico, alianzas estratégicas (a través de asociaciones entre escuelas internacionales como One MBA), fusiones y adquisiciones y diversificación. El juego está abierto a movimientos.

Conclusiones

Durante muchos años, la educación gerencial ha estado bajo presión. Por un lado, los ejecutivos buscaban una educación de calidad que les ayudara a comprender la complejidad de los negocios. Por otro lado, las empresas buscaron programas educativos para desarrollar líderes que contribuyan al éxito de sus negocios. Sin embargo, el mundo cambió debido a varios factores como la globalización, el desarrollo de la tecnología, los cambios en la demografía y el surgimiento de un mundo centrado en Asia. Las escuelas de negocios respondieron al nuevo mundo con diferentes estrategias: adopción de diferentes planes de estudio, uso de un enfoque de trabajo en equipo, desarrollo de experiencias de inmersión global, uso de tecnología, alianzas en la creación de conocimiento entre la academia y la industria y el desarrollo de un enfoque de aprendizaje permanente con ejecutivos.

En conclusión, las escuelas de negocios están sintiendo la presión del cambio. ¿Podrán aplicar lo que enseñan en sus propias clases?

Esta información ha sido elaborada por NUESTRA REDACCIÓN

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