Cómo compiten las escuelas de negocios en un mercado disruptivo

La economía digital no es una promesa sino una realidad. Más bien diríamos que vivimos en una sociedad digital a escala global dentro de la cual la economía digital es un jugador de primera fila. En este entorno tan complejo aparece como siempre el factor competitividad, y esto en todos los sectores. Por tanto, las escuelas que quieran y pueden mantener sus cursos actualizados y relevantes para la economía digital pueden sobrevivir y prosperar. Así de sencillo.

La educación ejecutiva online estaba siendo considerada la mayor oportunidad para muchas escuelas de negocios y muy especialmente, a partir de 2020 por la pandemia. Sin embargo, el cambio tecnológico y el creciente número de instituciones educativas que ofrecen alternativas de postgrado a las universidades y escuelas de negocio tradicionales, han convertido este sector en uno de los más competitivos del ámbito de la formación, lo que desafía el crecimiento natural que se supone una escuela de negocios tiene que tener de manera estable y continua.

La cuestión es que por dónde miremos, es la innovación tecnológica la que impulsa los cambios del mercado y la expansión del mismo en determinados nichos, por ejemplo, en formación de postgrado, requiere de programas cortos que enseñan habilidades prácticas en cursos breves, porque hay una necesidad en las organizaciones de que los empleados se vuelvan a capacitar para ser productivos en la era digital.

El consorcio universitario internacional para la educación ejecutiva (Unicon), que representa a más de 100 escuelas de negocios que ofrecen este tipo de enseñanza, da un panorama sobre el mercado en referencia a que tiene un valor total de 2 mil millones de dólares y ha crecido un 20 por ciento en los últimos cinco años.

O sea, que para los que aún tengan dudas, más allá de la pandemia, la formación no es que no la pueden parar, sino que es la única manera en que las organizaciones, instituciones y países podrán tener mejor nivel de conocimientos de sus ciudadanos, lo que redundará en mejores puestos de trabajo que a su vez serán cada vez más exigentes con la calidad, capacidad, velocidad de adecuación al cambio y las NT’s, lo que incrementará (disparará en muchos casos) la formación en todas sus formas, pero muy especialmente la que es online y de cursos cortos.

Una encuesta realizada por la Chartered Association of Business Schools de decanos y altos directivos con sede en el Reino Unido a finales de 2018 encontró que los programas de educación ejecutiva se consideraban superados solo por los nuevos cursos de grado en línea como una fuente de crecimiento de ingresos durante la próxima década.

También se ha producido un cambio en la elección del tipo de curso en base a la duración, ya que la demanda de educación ejecutiva también se ha visto favorecida por el cambio en la educación de postgrado de los cursos de MBA de dos años, que cubren una amplia gama de temas comerciales, a títulos de maestría en negocios de un año que se especializan en administración o finanzas.

Por lo que se puede deducir de los últimos movimientos del mercado en estos dos años, es que hay mucha probabilidad de que haya una demanda de educación ejecutiva de cursos cortos en lugar de los tradicionales MBA a tiempo completo, ya que esto da a los estudiantes la oportunidad de volver a capacitarse en conceptos emergentes específicos, como fintech y análisis de datos en cuanto lo requieran. No es que se ataque al MBA, porque como hemos sostenido en esta tribuna tiene larga vida aún, sino que serán aspectos formativos continuos y necesarios que operarán como complemento en la capacitación y desarrollo de los jóvenes profesionales.

El problema para los diseñadores de programas de las escuelas de negocio es mantenerlos muy actualizados en una época en la que los cursos se pueden impartir a través de aplicaciones en un teléfono inteligente o ejercicios de juego de roles inmersivos, en lugar de seminarios en el aula.

Lo que debemos comprender en nuestro sector de formación de postgrado es que el mercado ya no está dominado por el aprendizaje en el aula o los retiros para ejecutivos, sino que lo digital está en primer plano con todo, desde microcredenciales hasta credenciales digitales y certificados apilables.

Mike Malefakis es vicedecano asociado de Wharton Executive Education y ha estado involucrado en el mercado de la educación ejecutiva desde 1992. Dice que el sector ha cambiado “radicalmente” en los últimos cinco años, en particular debido a la introducción de modelos de enseñanza en línea. Sin embargo, cree que las escuelas de negocios con marcas sólidas como Wharton tienen la oportunidad de superar a la nueva competencia, simplemente manteniendo la calidad educativa en un entorno necesariamente disruptivo y cambiante, que les exigirá ajustes e introducciones de nuevos programas, pero les ayuda el respaldo de una trayectoria y prestigio de marca.

Las formas asociativas se irán incrementando en los próximos años

A picture of a man holding a graduation hat

No nos referimos al proceso natural de fusiones entre instituciones educativas, al que nos hemos referido en algún artículo anterior, sino la forma en que las escuelas de negocios pueden defenderse de la competencia de otros jugadores del mercado de educación ejecutiva mediante la creación de asociaciones entre escuelas y organismos y/o instituciones que necesitan capacitar a los altos funcionarios.

Un ejemplo es la asociación establecida por la Escuela de Negocios McDonough de la Universidad de Georgetown en Washington DC y la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera de Estados Unidos, para lo cual han creado un programa profesional certificado en regulación y profesionales (funcionarios y o personal especializado) en cuestiones del sector financiero y especialmente en cuanto a la regulación normativa del sector y la supervisión.

Este es el primer año que la escuela McDonough de Georgetown ha estado involucrada, pero el programa ha existido durante casi 20 años y tiene una red activa de 1200 alumnos.

Como es el único programa de este tipo para profesionales y funcionarios especializados, atrae a personas de una variedad de roles, como asesores de inversiones, funcionarios de alto y medio rango, así como reguladores de la industria. Si bien se centra en las regulaciones del mercado estadounidense a nivel estatal y federal, también es relevante para los reguladores extranjeros que están en posiciones similares, lo que además añade la ventaja de introducir una calidad de la discusión y la profundidad del conocimiento compartido en cada sesión.

Según David Asch, director de servicios de calidad de la Fundación Europea para el Desarrollo de la Gestión que es el organismo de acreditación de las escuelas de negocios, “toda esta mecánica formativa hace más valiosos para los participantes de cualquier curso de postgrado que se establezca mediante este mecanismo asociativo y del cual se requieren conocimientos muy específicos que puedan usar al día siguiente en la oficina”.

Nos parece interesante lo que Mireia Rius, decana asociada de educación ejecutiva en la Iese Business School de España afirma respecto a la situación actual y al panorama de los próximos años: “ahora existe una necesidad constante de aprendizaje permanente en todos los niveles de las organizaciones, lo que aumenta el mercado para todos, ya que las empresas están cambiando gracias a la disrupción tecnológica y vidas laborales más largas, lo que significa que por primera vez podemos tener cuatro o cinco generaciones [Generación X, Generación Y, etc.] en la misma organización, requiriendo todo eso un nuevo tipo de liderazgo y significa que los ejecutivos y las empresas de hoy necesitan desarrollar diferentes capacidades y habilidades”.

Cree, y nosotros también, que las escuelas de negocio se enfrentan al desafío de seguir satisfaciendo las necesidades de los clientes cuyas habilidades, así como la demanda de reciclaje, están cambiando. Esto no se logra en un día, se debe investigar, ver cómo se está comportando el mercado europeo en general y especialmente, cómo han ido evolucionando frente a esta disrupción imparable las escuelas de negocio americanas en el mercado más competitivo del mundo en formación ejecutiva. Por ello, las asociaciones con clientes son viables y van a ser más que necesarias para cubrir esas brechas de necesidades formativas muy específicas en sectores también muy concretos y en general, que están regulados y supervisados, como es el financiero.

Antonio Alonso, presidente de la AEEN (Asociación Española de Escuela de Negocios) y secretario general de EUPHE (European Union of Private Higher Education)

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